Por: Oscar Velit Bailetti - Especialista en Seguridad
Ciudadana
Estamos a tres
meses de un nuevo año lleno de retos más allá de la simple seguridad ciudadana.
Un año que podríamos definir como el de la
disrupción. (Interrupción súbita)
Por tanto, la necesidad de protegerse ante las
distintas amenazas y riesgos de ataque en clara expansión, de las bandas de
asesinos, extorsionadores, robos, hurtos, asaltos, asesinatos, seguirá
impulsando en el 2024 el miedo el terror el alejamiento de la inversión y el
gasto empresarial e institucional en seguridad y gestión del riesgo. Donde el
gobierno alegremente dispondrá la responsabilidad de la Inseguridad a los
gobiernos locales, quienes deberán de invertir en la Policía Nacional,
serenazgo, y en sus Planes dinero que saldrá de los ciudadanos que vienen
sufriendo de una pobreza monetaria. Que no les alcanza para pagar Baja Policía,
Seguridad Ciudadana y esperan el mes anual de amnistía para dar a cuenta. Hace
muchos años el gobierno no invierte un solo sol en la Policía Nacional cómo
pide cambios en la forma de cómo las organizaciones se han de preparar para funcionar y lograr sus
objetivos de mediano y largo plazo.
Estamos ante un año donde hemos de revisar y
reinventar nuestra cultura de seguridad basada en la aplicación de la
inteligencia, la seguridad desde el diseño, con adecuada aplicación de medios y
tecnologías innovadoras, comportamientos y hábitos renovados y un espe-cial
intercambio y colaboración de seguridad pública y privada.
Todo ello, pensando en la seguridad humana, concepto surgido
a principios de la década de los 90, en referencia a la seguridad de las
personas basada en su desarrollo y derechos.
Nueva perspectiva y desafíos para la seguridad se
necesitan pero que vengan directamente del gobierno quienes son esos ineptos
que proponen lo mismo sin inversión gubernamental.
Así, las crisis nos empujan al cambio de las
seguridades como una cuestión de pura supervivencia, y sobrevivir requiere
cambiar e innovar. El 2024 va a ser un año de crisis y serán momentos para la
innovación. Los procesos de innovación como olas de destrucción creativa. Si
seguimos con lo mismo.
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