Por: Ed. Dr.
Claudia Viveros Lorenzo
Tal parece que
el gran empresario empieza dar muestras de sus estrategias administrativas y
los empieza a implementar en la Casa Blanca. Donald Trump ejercerá
(maquilladas) evaluaciones mensuales que tendrán marchando bien derechitos a
quienes quieran jugar el juego con él. Y el mes con mes decidirá si les pone
una buena calificación o si de plano los saca de su lista. Un extraño y
patético juego del calamar, por descifrarlo de alguna manera. Dos ejemplos de
esto: México y Venezuela.
Comenzaré por
nuestro país, donde ya a la señora Sheimbaum, dejó muy claro (palabras más,
palabras menos) que su ya cantada política arancelaria, la pondrá en pausa, por
un mes, (a ver si se porta bien) y dependiendo de cómo se vaya trabajando se
irán haciendo las revisiones necesarias.
Cito lo que
sucede con México porque quiero avocarme más profundamente con Venezuela. Pues
parece que Trump le vale un comino la situación que está viviendo ese país, y
por supuesto a Maduro le vale aún más, pues han comenzado ya su luna de miel.
Hace unos días en el país sudamericano, ya se ha sellado el primer acuerdo
entre estos dos países, el enviado especial de Trump, Richard Grenell, se
reunió con el mandatario, por primera vez en más de 10 años que un funcionario
estadounidense tenía una reunión formal en el palacio de Miraflores, en donde
llegaron a un primer acuerdo, donde Maduro aceptó liberar a 6 de los 9 presos
estadounidenses que tiene, (quedándose con 3 para una posterior negociación,
claramente) y se los envió al aeropuerto encapuchados, cegados y maniatados,
subiéndolos al avión militar de EEUU, además Grenell se anotó otra victoria,
Maduro se ha comprometido a aceptar todos los vuelos con deportados venezolanos
que se devolverán debido a la nuevas acciones del gobierno estadounidense que
esta aferrado a “limpiar el país de indocumentados”. Pero no solo los aceptará,
el mandatario venezolano se ha ofrecido a el dar el transporte para que esto se
lleve a cabo. Miles de personas que habían huido del estado dictatorial que
sumerge cada vez más en la pobreza, el hambre y la desesperación de sus
ciudadanos que al no ver la luz ni tener claras las oportunidades, han
emprendido, viajes inenarrables en la búsqueda de mejores posibilidades, serán
devueltos y maquiavélicamente Maduro, los recogerá el mismo para regresarlos a
su territorio. Dos triunfos de Trump, cínicos y maliciosos, que pone en
evidencia el escaso interés de este presidente por ayudar a Venezuela.
Y como Maduro ha
sido “cordial” en recompensa, se inaugura un clima de cooperación entre ambos
países, por lo que no está en sus prioridades ayudar a sacar o confrontar a la
dictadura de ese país, además de Trump, no revocará las licencias petroleras a
Shedron, Repsoll y la italiana Eni, ósea que estas compañías seguirán sacando
petróleo de Venezuela, lo que hace que el país (o sus mandatarios) siga
recibiendo centenares de millones de dólares. Obvio esas licencias estarán
siendo revisadas de forma mensual y se determinará con esta periocidad si se
mantienen abiertas o no. Aquí queda volando la ridícula recompensa de 25
millones de dólares que el estado estadounidense ha ofrecido por la cabeza de
Maduro - no está de más mencionarlo –
Hay que seguir
de cerca este noviazgo entre Trump y Maduro, a ver cuándo dura y cuando se
comience a convertir en una de esas relaciones tóxicas.
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