Resulta
preocupante que la provincia de Chincha que dista solo a 200 km de la capital
de la república, se cometan delitos que ponen en peligro a la población, y como
nadie dice nada, la inseguridad aumenta, porque no se ve patrullaje, y cuando
los vecinos llaman a la PNP, uno de los efectivos responde que les avisen
cuando están “fumando los estupefacientes o cuando se ve que comercializan
drogas.”, res-puesta que se dio a uno de los vecinos en una de estas noches,
vía telefónica.
No
se observa a ningún efectivo policial o
de Serenazgo darse unas vueltas por las calles Junín, Chavín, Ayacucho, Pisco, Av.
Fátima, cercado de Chincha Alta, donde se ubican elementos que viven al margen de
la ley, quienes se esconden en locales sin puertas ni ventanas, y hasta
pernoctan allí, luego de cometer sus delitos.
Lo
que ocurre en Chincha, -por ser una ciudad cercana a Lima- deja entrever que el
Ministerio del Interior o en la Policial Nacional, no investigan detalladamente
lo que ocurre en cada ciudad, ni verifican tal vez los informes de sus
organismos en que confían, pues no le dan importancia a lo que viene ocurriendo
en esta ciudad; y lo que amerita que personal Técnico PNP de Lima, haga visitas
sorpresivas con su personal especializado para que ausculten la realidad que
sufre Chincha, donde viene aumentando el consumo y comercialización de estupefacientes.
Cabe
recordar que la finalidad fundamental de la PNP (Art. 166 C.P. 1993) es prestar
protección y ayuda a las personas y a la comunidad así como garantizar la seguridad del patrimonio
público y privado, y también investigar y combatir la delincuencia.
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