viernes, 15 de agosto de 2014

VIRUS DEL EBOLA

Por: Oscar Velit Bailetti
África soporta el episodio más grave en la historia del virus del ébola. Un doctor infectado ha sido evacuado a su país natal, Estados Unidos; en medio de temores de propagación en el continente. Pero vale la pena conocer esta enfermedad para evitar caer en un pánico general innecesario. El villorrio de Yambuku, localizado en la parte central de la región de Bumba en la República Democrática del Congo (RDC), en África, está ya en la historia de la salud pública porque allí se produjo en 1976 el primer brote de lo que se vino a llamar la fiebre hemorrágica de ébola. Esta enfermedad está provocando pánico entre la gente mal informada del planeta entero, especialmente en Estados Unidos, país al que ha llegado, caminando con sus propios pies, el primer paciente norteamericano con la enfermedad y que, según últimos reportes, está mejorando. La siguiente es una breve crónica del relato que hizo el Dr. Peter Piot, médico y microbiólogo belga, actual director de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, acerca de lo que él vivió en 1976, cuando siendo un joven microbiólogo en Amberes, Bélgica, fue enviado a Yambuku para averiguar por qué se estaban muriendo tantas personas en el pueblo, incluyendo algunas monjas belgas que trabajaban allí.
Hasta el momento, este último brote ha producido 1.323 casos y 729 muertes, con una mortalidad del 56% y la enfermedad ha causado noticia porque dos trabajadores voluntarios norteamericanos se han contagiado y uno de ellos, el Dr. Kent Brantly de 33 años, ha sido trasladado a un hospital de la ciudad de Atlanta, bajo muy estrictos protocolos de seguridad. La otra enferma será trasladada en los próximos días sabemos que el virus ébola no se trasmite por el aire como el virus de la gripe o el resfrío, es decir no se trasmite con la tos ni el estornudo. Para que el virus se contagie es necesario un contacto muy íntimo con los vómitos, diarreas, sangre, saliva y semen del enfermo o que se usen jeringas y agujas contaminadas con la sangre del enfermo. Es decir se necesitan paupérrimas condiciones higiénicas.
Después de haber repasado la epidemiología (ciencia que estudia la distribución de las enfermedades) de la fiebre de ébola, ¿Qué dice usted amable lector? ¿Cree que si la enfermedad llega a alguna casa de Estados Unidos, Perú, Colombia, Puerto Rico o Argentina pueda causarse un brote o una epidemia?
Pues le digo que al no tener al huésped (el murciélago de la fruta) el virus ébola no tendría dónde “mantenerse” en la región, por lo que para “sobrevivir” tendría que estar infectando a decenas, cientos o miles de personas, pasando de persona a persona, una situación que no ha ocurrido ni en el África, región que lamentablemente tiene una de las peores condiciones higiénicas del mundo. Dadas las características sanitarias de la región de las Américas, (por más limitadas que sean en ciertas zonas) no pensamos que pueda ocurrir. Recordemos que el virus no se trasmite por el aire sino por un contacto muy cercano con los vómitos, diarreas, orina y saliva de los enfermos.
Imaginemos entonces que un caso de ébola llega a un barrio en alguna ciudad de América Latina. ¿En cuántas casas de nuestra América se manejan los vómitos, excrementos y orina de los enfermos a manos limpias sin ningún tipo de protección? Probablemente en las zonas más pobres lamentablemente eso todavía ocurre, pero la posibilidad de que un enfermo de ébola llegue a esas zonas desde el África pobre es también muy remota ¿no creen?
Y pongamos que un caso de ébola llegara a una familia de clase media en América Latina, pues ese caso sería inmediatamente llevado a un hospital, el cual, con la publicidad que se le ha dado al ébola, está preparado en cualquier país para recibir y aislar el caso. Recordemos que el Dr. Piot controló el primer brote en Yambuku solo con una simple cuarentena.
Y en un exceso de imaginación, pongamos que un caso de ébola llega al hospital de cualquier ciudad en América Latina ¿en cuántos hospitales o postas medicas se manipulan las heces, sangre, orina de un enfermo a manos limpias, sin usar protección? Usted me dirá que esa lamentable situación sí ocurre en las zonas más pobres y pueda que eso sea cierto, pero nuevamente ¿Cuál es la posibilidad de que un caso de ébola llegue a una alejadísima región de algún país de América Latina?
La fiebre del ébola es una enfermedad de la pobreza y de la extrema falta de higiene, condiciones que si bien están presentes en muchas regiones de América Latina (recientemente hemos comentado cómo en muchas escuelas, postas médicas y hospitales en el Perú los baños públicos no tienen jabón, agua limpia o papel), no pensamos que sean suficientes como para causar un brote de la enfermedad. Ahora podrá entender que esos comentarios tan negativos e insultantes que se están dando en los medios sociales norteamericanos ante el traslado del médico enfermo a un hospital en Atlanta solo están basados en la extrema ignorancia y el prejuicio. Ese paciente con ébola es el paciente más aislado del mundo.¿Y sabe cuál es la parte más triste del relato del Dr. Piot, amable lector? Pues que él cuenta que, en celebración de sus 65 años de vida, acaba de regresar por primera vez a Yambuku desde 1976 y parece que fue ayer que dejó el lugar, las cosas no han cambiado nada, la pobreza, falta de recursos y abandono por parte del Estado siguen igual como hace 38 años.

Esperamos que este artículo, amable lector, lo haga pensar a usted de un modo diferente.

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