El 18 de octubre de 1944, mediante Resolución Suprema, el
presidente Manuel Prado Ugarteche, promulga el “Día de la Canción Criolla”, sin
embargo por esos casos de la vida, esta fecha es derivada para el día 31 como
su fecha final, a fin de no dificultar la salida del Señor de los Milagros.
Esta fecha permite que los peruanos donde nos encontremos celebremos al son de
la guitarra y cajón y un buen pisco puro las letras y danzas que forman parte
de nuestra más rica tradición, sin embargo en esta oportunidad creo conveniente
que se tome en cuenta una danza afroperuana a la que muchos han olvidado, a
esta danza que antiguamente le llamaban “bailes de la tierra” o de “Ombligada”;
se desarrolló tanto en Lima como en el Callao, siendo esta mucho más antigua
que la Marinera y que posiblemente nació en la época de la independencia y posiblemente
se le llamó “Rafalosa” y era interpretada por una pareja, dos guitarras “de las
que hacían vibrar todas las cuerdas” y
una mesa sobre la que tamborileaba con los puños y un coro de voces discordantes”.
el francés Max Radiguet por los años de 1845, describe a la Resbalosa, como una
danza fuerte, amorosa, donde la mujer lucía una falda muy adornada y colorada
de rojo y naranja y tenía puesta una blusa sin mangas sujeta a los hombros, el
varón lucía toda su musculatura con el torso desnudo hasta la cintura y después
de una serie de evoluciones descansaban un momento y pedían “al licor plateado
del pisco algo más de energía y nuevas inspiraciones”
Luego frente a
frente y en actitud de fiero desafío, la mujer hacía revolotear el pañuelo
lentamente como llamando a su pareja y el coro interpretaba “Tu dices que no me
quieres” ¿Por qué no me quieres, di? Yo dejo de ser querido solo para quererte
a ti. Ahora zamba y como no”.
El varón con las manos apretadas en las caderas, se aproximaba
bamboleándose con confianza y la dama
con mucha coquetería realizaba una serie de resbalones y volteretas, evitando
la mirada de su pareja. Y luego de bailar solo el varón la pareja se le
acercaba zapateando con encantadora seducción, a veces se mecía como un pájaro
en el aire y de repente sus pasos de lentas ondulaciones se transforman en
rápidos, vivos y desiguales hasta hacer completamente agotada en los brazos de
su pareja.
Los coros y guitarras, asi como los golpes rítmicos en la
mesa eran acompañados por una sola voz que cantaba: “quisiera ser como el
perro, para amar y no sentir. El perro como es paciente todo se le va en dormir.
Ahora zamba y cómo no” Luego los giros daban paso a las posturas lascivas, a
otras expresiones más ardientes donde las rodillas de ambos se entrechocaban,
los pechos ondulaban, hasta terminar agotados.
En Chincha, durante las épocas del 30 al 40 y posiblemente mucho
después, circuló el famoso cancionero de Lima, que traía las letras de
muchas bellas interpretaciones nacionales,
así como extranjeras: valses, polkas, fox, trox, tangos, huaynos, etc y las
portadas mostraban a los grandes intérpretes de la canción criolla, así como artistas mexicanos y argentinos que
interpretan estas letras, pero también se
rendían homenaje al deporte del box y del futbol. Gracias a Dios, hemos podido
conservar algunos números de este cancionero, pues representa parte de la
historia de nuestra patria.
31 de octubre:Día de la Canción Criolla
Santiago Perona Miguel de Priego
DNI 21787138
0 comentarios:
Publicar un comentario