Especialista señala que la radiación ultravioleta nos llega durante todo el año por lo que es necesario protegernos cuando nos exponemos al sol
Con la llegada
de la temporada de verano, los niveles de radiación ultravioleta se elevan, lo
cual podría generar la aparición de tumores benignos e incluso malignos como
el melanoma, por ello, es necesario que las personas que acudan a las playas y
piscinas conozcan las principales recomendaciones para protegerse y evitar un
cáncer de piel.
Ante ello, el
Dr. José Manuel Cotrina Concha, médico asistente del Departamento de Cirugía
de Mama y Tejidos Blandos del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas
(INEN), señaló que el cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes
y se presenta más en zonas donde la radiación ultravioleta es muy alta.
Explicó que el
factor principal para que se desarrollen lesiones a la piel es la exposición al
sol, así como la exposición crónica, sobre todo en personas que trabajan en el
campo, con piel clara, la edad también es un factor, pues a mayor edad, mayor
riesgo, están además los antecedentes familiares.
Sin embargo, hay
otro grupo importante que es el de los pacientes sometidos a tratamientos
inmunosupresores, pacientes trasplantados o personas viviendo con VIH, y otros
síndromes hereditarios que predisponen a desarrollarlo.
“La radiación
ultravioleta nos llega durante todo el año, incluso en invierno, siendo las más
dañinas la A y B, las cuales producen daño a la piel, por ello quienes acuden a
la playa deben conocer que, entre las 10 a. m. y 4 p. m., son las horas donde
más radiación vamos a recibir y por ende debemos cuidarnos más, aplicándonos
bloqueador, usar ropa holgada, de color claro, gorro, lentes para evitar daños
a la piel, ojos y párpados”, aseveró.
Signos
de alarma
El especialista
comentó que una persona que se expone al sol de manera intensa tiene mayor
riesgo de desarrollar lesiones de piel a largo plazo. Estas lesiones son
acumulativas y son resultado de toda la radiación que ha recibido durante años.
Por ello, es necesario protegerse.
“Lo que me debe
llamar la atención es por ejemplo si aparece una herida en la piel que no
cicatriza y demora en hacerlo. Si un lunar cambia de color, forma y tamaño,
desarrolla picazón o se ulcera y sangra. Algún bulto en la piel, una nueva
mancha, de ser así debemos acudir a un dermatólogo de inmediato”, indicó.
En ese sentido,
dijo que el 85 % de las lesiones de piel puede aparecer nuevamente y un 15 %
crecen en lesiones preexistentes como en un lunar en donde se puede desarrollar
un melanoma maligno.
“En la piel hay
tres tipos de cáncer importantes: el carcinoma basocelular que es de menor
agresividad, de evolución más lenta y se trata con cirugía; el carcinoma
epidermoide es el intermedio y el melanoma que es el maligno. Los dos primeros
están asociados a heridas que no cicatrizan”, detalló.
Por ello,
resaltó que, si identificamos cualquiera de estos signos de alarma, debemos
acudir al centro de salud para ser evaluados por un médico, realizar, si es
necesario, una biopsia y tener el diagnóstico de estas lesiones iniciales. “El
cáncer de piel se cura sin ningún problema cuando se identifica a tiempo y se
le da el diagnóstico adecuado”, puntualizó.
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