martes, 25 de mayo de 2021

DIOS ME ENVIÓ A EVANGELIZAR A LOS POBRES

 

DIOS ME ENVIÓ A EVANGELIZAR  A LOS POBRES.

“Que felicidad la de aquellos que se entregan a Él sin reserva para realizar las obras que Jesucristo realizó, y para practicar las virtudes que Él practicó” San Vicente de Paúl.



El 26 de abril de este año, fue llamado por Dios a la Misión del cielo el Sacerdote Vicente Diez Varona, Misionero Vicentino.

Los chinchanos recordamos con gratitud a nuestro querido Padre Vicente que sirvió más de dos décadas, en la Parroquia Santo Domingo de Guzmán de Chincha.

Una forma especial de amistad y paternidad que puede hallarse en el camino de todo cristiano católico es la cercanía con los Sacerdotes, los chinchanos encontramos en Padre Vicente un hombre noble, que supo cultivar relaciones fraternas y sinceras regidas con mutuo   respeto y confianza, para él la amistad fue una visión elevada de la vida.



Un misionero vicentino entre nosotros.

Al mencionar su nombre llega a nuestra mente y corazón recuerdos gratos, entre ellos, el Colegio José Pardo y Barrera, cómo Profesor de Religión de muchas promociones pardinas, destacaba por su paciencia, comprensión y entrega servicial a los jóvenes y profesores de la época, P. Vicente comentaba   que su corazón era de color verde y entonaba con emoción el himno “Juventud, juventud a la gloria…”. Unos años atrás llegaba feliz y emocionado de Pisco, donde trabajó los últimos años, a celebrar las Misas de Aniversario de muchas promociones.

¿Qué pasó?  ¡No te he visto!

Esperaba los domingos a los fieles en la puerta de la parroquia, saludaba a todos, conocía las familias, recordaba los nombres de los padres, hijos y nietos, luego culminada la Celebración dominical salía a la puerta del templo a despedirse. Si alguien se ausentaba algún domingo, él se le acercaba y preguntaba qué había pasado. Todos nos sentíamos halagados de saber que el Párroco estaba atento y preocupado por nosotros. P. Vicente estuvo presente en las casas en diversos momentos de alegría, matrimonios, bautizos, era considerado como parte importante de las familias, presente sobre todo en las dificultades. Visitaba hospitales, y hogares atendiendo a personas enfermas. Mantenía contacto con los familiares de los enfermos y como buen Sacerdote sentía el deber de atender con la Unción de los enfermos, para ello respondía al llamado sin importarle el día ni la hora. Un sacerdote fraterno, solidario cumplidor de su misión.

Para un mejor servicio, un laicado bien formado.

Padre Vicente logro tener una Parroquia con numerosos Laicos formados y comprometidos, para ello no dudaba de reunir a todos en: Cursos de Formación del Consejo Pastoral, Formación de Misioneros, Formación permanente de Liturgia, Semana de la Biblia, Semana de San Vicente de Paúl, Semana de la Familia, las Catequesis en las novenas del Señor Crucificado, formación permanente de Catequistas y otros, siempre estaba presente en el desarrollo de los mismos.

Ellos nos salvaran…

Las obras de caridad, el servicio a los Pobres estaba permanentemente en la mente de Padre Vicente, entre muchas actividades de ayuda social realizadas recordamos en nuestra provincia el Proyecto en común de la Familia Vicentina “Globalización de la Caridad, lucha contra el hambre” lanzado en Paris en el año   2001 con una duración de tres años, nosotros continuamos con el Proyecto por 7 años. Con un grupo de laicos construyó el Comedor de niños en Tupac Amaru “A”, también remodelo un ambiente de nuestra Parroquia para uso exclusivo de adultos mayores “Comedor de Ancianos”, este último continúa brindando servicio.

Interesado en programar y ejecutar Talleres gratuitos a madres de familia, para que sean promotoras y gestoras de su desarrollo y superación, los talleres eran desarrollados en Comunidades Eclesiales de Base, de la periferia, lugares de mayor necesidad, el   semanalmente visitaba las comunidades llevando ánimo, optimismo y alegría a las participantes.

Un Misionero es un Hombre de Dios.

Queda en nuestro recuerdo las épocas de Misiones, las visitas a diferentes grupos y capillas, P. Vicente adelante de los Misioneros, guiando como buen Pastor a su rebaño, con creatividad organizaba las procesiones con antorchas, bandas de música, sociodramas, teatro, representaciones, aplicando la frase de San Vicente de Paúl, el apóstol de la caridad “El amor es inventivo hasta el infinito”. Así atraía muchos fieles al Señor. Al concluir las Misiones en cada lugar era la Misa de clausura, faltaban sillas, bancas para los numerosos asistentes.

Como Coordinador de la Zona Pastoral organizaba con los Sacerdotes de la Provincia Misas en el Coliseo en fechas importantes como Corpus Christi, Día de la Familia con asistencia masiva de fieles de las diferentes parroquias.

Padre Vicente dirigió con entusiasmo la reconstrucción del Templo el mismo que quedo dañado después del terremoto del año 2007

“Éramos felices y no nos dábamos cuenta”

Era el comentario de Padre Vicente cuando inicio la Pandemia. Permaneció en la Casa Parroquial de Lima, lugar de su último destino.  Él pensaba con tristeza en tantos pobres que no tienen buena alimentación ni medicina.

Padre Vicente Diez Varona llegó muy joven y recién ordenado a nuestro suelo patrio, dio su juventud sacerdotal y permaneció muchos años con nosotros, Dios lo llamó a su presencia. Hizo de Chincha su hogar y de Perú su segunda patria. Se queda con nosotros en nuestro corazón y recuerdo.

Padre Vicente, hoy se cumple lo que nos decías en las homilías: Al morir que  nuestro epitafio diga «Aquí descansa quien pasó haciendo el bien»; como lo dice San Pedro de Jesucristo: «. Él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él».

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