LAS PREOCUPACIONES SOBRE LA PANDEMIA Y SUS CONSECUENCIAS IMPACTAN EN PERSONAS MAYORES DE 60 AÑOS
Cuanto mayor es el nivel de
ansiedad y estrés, mayor es el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares,
como ataques cardíacos, derrames cerebrales y otras afecciones, sin importar el
grupo etario, aunque son más propensos los adultos mayores, advirtieron
especialistas del Ministerio de Salud (Minsa).
El médico psiquiatra del Hospital Víctor Larco
Herrera, José Carlos Bojórquez, destacó que altos niveles de ansiedad aumentan
las probabilidades de una pérdida súbita de la función neurológica como resultado
de una alteración en el flujo sanguíneo cerebral, una de las principales causas
de muerte y discapacidad.
Bojórquez precisó que algunos
síntomas de la ansiedad incluyen sentirse inusualmente preocupado, estresado,
angustiado, nervioso y/o tenso, casi siempre respecto al futuro.
“La ansiedad se ha vuelto
muy común en la población por la actual situación que afrontamos, debido a la
cual nos hemos visto obligados a cambiar nuestras formas de vida y afrontar la
pérdida de trabajo o de algún ser querido”, señaló.
Refirió que todo el mundo
sufre cierto nivel de ansiedad de vez en cuando, pero cuando se trata de un
nivel elevado o crónico, podría ocasionar daño vascular años después. Asimismo,
las personas con elevados niveles de ansiedad son más propensas a fumar y no
ser físicamente activas, riesgos importantes para hacer cuadros graves de
COVID-19.
Lucha contra la depresión
El especialista detalló que,
además de la ansiedad, existe otro trastorno emocional complejo como la
depresión, un sentimiento constante de desesperanza, abatimiento y falta de
energía, que va más allá de tener un mal día.
En ese sentido, resaltó que,
en los adultos mayores, la de-presión suele pasar muchas veces desapercibida o
si se detecta, puede ocurrir que se subes-time su gravedad.
“Un motivo importante para
que esto suceda es que, a pesar de que los síntomas de depresión suelen ser los
mismos que en cualquier otra edad, existen algunas particularidades en los
adultos mayores y es que cuando acuden al médico lo hacen por los síntomas
físicos de la depresión como fatiga, enlentecimiento motor, pérdida de apetito
o de peso, insomnio, entre otros”, expresó.
Por ello, es fundamental
que, ante la sospecha de padecer de depresión o ansiedad, se acuda a un
profesional de salud mental para que pueda diagnosticar correctamente e iniciar
con prontitud un tratamiento. A la par, es importante buscar apoyo emocional en
los seres queridos o amigos, practicar técnicas de relajación y mantener una
rutina.
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