Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo
El fin de la semana pasada, fue de gran
revuelo. Todos estuvimos atentos a lo que pasaría en la contienda electoral de
nuestro vecino país Estados Unidos de América. Y es que entendamos o no de
política, es un hecho que Don Donald, se ha ganado durante estos cuatro años el
repudio de muchos, con su actitud, arrogante, capricho-sa y poco empática con
el tema social. Nadie niega que es un gran hombre de negocios y que gracias a
esto, es que ha acumulado su incontable fortuna. Pero dirigir una empresa no
es igual que dirigir un país. Ahí se ha visto bastante corto, falto de
sensibilidad y definitivamente ha demostrado que político no es.
Tenemos que reconocer que muchos queríamos
verlo fuera, y no es que el candidato de apellido Biden, hubiese sido la mejor
opción, (todo tenemos un lado obscuro) pero no había para donde correr, y para
felicidad de la mayoría, Trump perdió.
Por supuesto que no está conforme y amenaza
con impugnar la votación, pedir recuento, patalear diciendo que le robaron y
un sinfín de actitudes, de esas, que nosotros aquí en México ya hemos visto
mucho. Pero los números no mienten, y menos en un sistema tan meticuloso como
lo es el estadounidense donde no se permite el error y saben que el tema
electoral es de sumo cuidado.
Ahora tendremos que ver cuando le llega la aceptación. En qué momento le emana lo plural y cómo es que recibe al nuevo presidente electo. También nos tocará ver como Biden se dedica durante los próximos cuatro años a remendar las torpezas de su antecesor. Si es que logra calmar al pueblo y si su elección es solo una antesala para lo que se viene, porque un hecho es, que Estados Unidos de América, necesita ajustar sus tuercas y reinventar figuras políticas que sean realmente líderes a seguir y ejemplos que sigan alimentando el sueño americano.
La figura de la vicepresidencia, creo que
está más engalanada. Por fin una mujer ocu-pándola. Afroamericana, con
ascendencia asiática, hija de migrantes. Tengo que decirlo, ojalá pronto veamos
a una mujer no en el puesto número dos, sino en el uno. Hilary no pudo llegar,
pero quizás Michelle podría ser la buena, no sé quizá sea solo un presagio, un
deseo.
Mientras tanto, en el norte muchos están de
fiesta, celebrando y otros, no podemos negarlo, también refunfuñando,
respaldando el descontento con el argumento de que económicamente el sí tenía
ya una idea clara de cómo llevar el país.
La verdad es que el Presidente Trump ha
dejado mucho que desear y este será un respiro para todos, se le dio la
oportunidad y su capricho de lograr ser el presidente de uno de los países
más importantes del mundo se le concedió. No fue del todo aprovechado, y por
ello es que no logró quedarse los ocho años que la mayoría hace.
Dios te bendiga América. Veamos ahora lo que
sigue.
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