martes, 21 de abril de 2020

LA LECTURA EN TIEMPOS DE VIRUS



                     Por: Alfredo Pachas
El título parece parafrasear una novela de García Márquez, pero lo que trata de rescatar el epígrafe, es la importancia de la lectura en tiempos de pandemia, más aún, si algunas veces solemos ser ágrafos; ello no im-pide que descubramos el placer de leer. Si nos aburre escribir podemos suplir esa carencia leyendo cada día más, empapándonos del saber a través de la lectura. Leer. – decía Séneca. – es conversar con los sabios; aprender a leer es lo más importante que me pasó en la vida, señaló Mario Vargas Llosa.
Es cierto, porque algunas veces nos ha pasado. - sobre todo a los que amamos la lectura. - que cuando nos regalan un libro sentimos en ese presente una expresión de cariño y amor. Pasión por la lectura nos repetía siempre mi profesor de Derecho, hay que desterrar el estereotipo “leer es aburrido”. Pero leer por leer, tampoco, tampoco diría Kenyi, la lectura necesita paz, concentración, sino caeríamos en el cuento del pequeño que se “tragaba” los libros que narra la historia de un niño que le gustaba tanto los libros que al principio se “comió” una letra, luego una frase, después un párrafo, a la semana ya se había “tragado” un libro. Tantos libros “comió” que al final terminó intoxicado.
 Leer es pensar, adquirir nuevos conocimientos, progreso, la lectura nos empuja a imaginar, acrecienta nuestra inventiva. A través de las carillas de un libro potenciamos nuestra forma de pensar, en ella. - el libro. - encontramos una “lluvia” de ideas que nos enseñan a ser útiles, a ser mejores personas, a encontrar la verdadera forma de vivir, a encontrar el equilibrio entre el amor y el dinero, la paz y la guerra a decidir entre la vida y la muerte, porque en realidad como decía el famoso funámbulo Wik Wallace, cuya estirpe familiar siempre estuvo marcada por la tragedia. - …  “La existencia del ser humano siempre se sostiene en una cuerda floja, lo demás no es más que esperar…”
Ojalá que ésta maldita idiopatía nos haga reflexionar, que en la lectura hallemos un lenitivo que nos provoque cambios positivos; atrás debe quedar la monotonía cotidiana de laborar para lograr cosas materiales o superfluas. Porque en verdad el trabajo rutinario es meramente una forma de procurarse dinero a costa de sacrificar los ratos en familia, los momentos de descanso. Cuando vivimos angustiados o estresados la lectura debe aparecer para mitigar nuestros miedos. Este es el momento, cuando lo normal ha desaparecido y lo raro es la normalidad, cuando ya no vemos pequeños en los parques, cuando los jóvenes ya no están en los campos de fulbito ,el bullicio ha cesado, la pelota “parada” es la nueva imagen en los estadios del mundo, las iglesias han cerrado que incluso el santo padre oficia una misa en la enorme Plaza  San Pedro totalmente vacía, cuando las aves han dejado de volar para volver a su hábitat natural, cuando las calles del mundo parecen ciudades fantasmas, cuando hemos sido “encerrados” o aislados  por culpa  de la propia humanidad, cuando  .- como lo dijo Greta Thumberg. - … “estamos a las puertas de una extinción masiva”, es allí cuando la lectura debe asomar como un SOS.
Es en estas horas difíciles, cuando enfrentamos una cuarentena no deseada o cuando la paz y el sosiego parecen volver recurramos a un libro, que la lectura sea el salvavidas o el hincón que nos motive a sobrevivir, que sea el amparo para sortear estos tremebundos momentos. “Ante la adversidad. - lo dice Michele Petit, en su obra “lectura en tiempos de crisis “. -   … encontramos refugio en la página de un libro, problemas existenciales que se ven iluminados por la lectura de un párrafo o un relato que nos ayuda a olvidar los problemas que nos acucian…”.
Si de por sí la sola conversación nos alivia, hace más ágil al hombre, el escribir lo hace más preciso, entonces la lectura lo hace más completo (Bacon). Como será de importante y querido una lectura que se cuenta que un escritor reconocido lloró como una viuda por más de una semana cuando supo que lo más preciado, la mayor biblioteca del mundo se incendió. Lo que nos está pasando nos sirva de lección, valoremos a la familia, la amistad, la unión, la solidaridad y la libertad. La incansable búsqueda de la libertad y la paz, estoy seguro, la encontraremos en la lectura. “Carpe Dien” Ya (Aprovecha el momento ahora). Empecemos a leer.

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