martes, 21 de enero de 2020

HECHOS DELICTIVOS CONTINUAN




                                                Por : Oscar Velit Bailetti.-
Especialista en Seguridad Ciudadana
 El año pasado, los hechos delictivos (victimización) no se redujeron, sino que se mantuvieron en un nivel alto. Inclusive aumentó la percepción de inseguridad, el temor a ser víctima de un delito, la desconfianza ciudadana en  el Serenazgo (nuevo Manual de funciones, los exime de muchas responsabilidades) ,y en la Policía Nacional, el temor sigue siendo alto y la confianza en las instituciones, baja.
La victimización por hogares se ubica este año en un punto porcentual preocupante.
El nivel de victimización, es bastante alto, la tasa de denuncias de delitos ante la Policía casi es nula, no denuncian los ciudadanos. Lo que sorprende es que la Policía señala realizar constantes operaciones para detener a las personas con requisitorias, donde manifiesta la intervención de 50 a 70 personas. Pero nosotros observamos que solo detienen a los mototaxistas, solicitándoles documentación y uno que otro vehículo que realiza colectivo… Y luego informan como resultado: “se detuvo a fulano o zutano requerido por tal o cuál juzgado, por la no Asistencia Familiar”. Esto es una burla.
Nunca escuchamos: “se captura banda de asaltantes provistos de armas de fuego que realizaban sus fechorías en motos lineales, mototaxis, o ticos. Y que tenían conmocionados a los chínchanos. “Se capturó a tres individuos que portaban armas de fuego y que asaltaban a jóvenes estudiantes de las universidades, robándoles su laptop, dinero y otras pertenencias”. Y que terminaban ultrajando a las jóvenes.
Fueron capturados dos presuntos delincuentes que fungían ser taxistas en las madrugadas, estos asaltaban a sus víctimas que solicitaban sus servicios después de salir de una reunión familiar. Se detenían en una calle desolada y salía uno que se escondía previamente en la maletera del vehículo, entre los dos lo reducían robándole todo lo que portaban.
Fue capturada una banda que extorsionaba a los comercian-tes, restaurantes, pollerías, estos le solicitaban una suma de dinero mensual, bajo amenazas de muerte.
El mismo día se capturó a otro grupo de delincuentes que solicitaban “cupos” a las empresas constructoras y a los dueños de viviendas en construcción. ................Se capturó a dos bandas que se dedicaban al marcaje a la salida de los bancos…. Bueno algún día será.
Los delitos más importantes siguen siendo el robo al paso, el robo en vivienda o en local comercial, y el atraco; que es un robo particularmente violento.
Durante el mismo período, se incrementaron los delitos perpetrados con arma de fuego y arma blanca-cuchillo.   No se hace nada por revertir los todavía elevados niveles de desconfianza ciudadana hacia el trabajo de las instituciones de seguridad.  La justicia es la otra institución que tiene una responsabilidad fundamental en las políticas de seguridad, por cuanto le compete investigar y condenar a quienes han cometido un delito. Si la justicia no cumple, reina la impunidad, que a su vez alienta la actividad delictiva.
 Como el temor está asociado tanto a la victimización como a la confianza en las instituciones, la caída futura, en el temor solo podrá ser el resultado de la reducción de la victimización y de una creciente confianza ciudadana en las instituciones encargadas de la seguridad. A su vez, la única manera de bajar la victimización será con un mejor desempeño de los Serenazgos (patrullaje persuasivo y disuasivo) y la Policía, y un cada vez más integrado, trabajo entre ellos.
No hay avances logrados—, ni siquiera de esfuerzos aislados a nivel distrital, que deben ser conducidos principalmente por los municipios, que constituyen hoy el actor más importante en la provisión de servicios de prevención de la violencia y el delito. De la Policía Nacional con los municipios —tal como lo establece la Constitución— y asumir plenamente sus responsabilidades en la investigación y persecución del delito. —hoy muy venida a menos—, en la atención a las víctimas de la violencia, y en la rehabilitación y reinserción social de los infractores. Para enfrentar los desafíos descritos, es imperioso fortalecer la gobernabilidad de la seguridad ciudadana.
Dos son las funciones principales de la Policía: la prevención del delito y la investigación criminal. En la primera, el desafío es trabajar estrechamente con los municipios y otras autoridades locales como subprefecturas que al depender ahora de la Dirección general de Gobierno Interior estos deben de tener conocimiento de seguridad ciudadana (pero al parecer sigue primando el TARJETAZO.) Para que ello ocurra, es preciso regular la cooperación policial con los gobiernos locales. En relación con la investigación criminal,
Los desafíos son múltiples. Quizá el principal es el de adecuarla a las demandas del nuevo sistema procesal penal. Ello exige elevar los estándares de calidad, lo que obliga a realizar esfuerzos importantes en la especialización del personal y en su capacitación, así como en el equipamiento.
Es una pésima señal que los recursos que la reforma otorga a la Policía por estos conceptos no estén siendo utilizados. Espero que las cosas mejoren. Solo falta voluntad.

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