Por: Juan Manuel Medina Cañas
Algunos
historiadores escriben someramente sobre el glorioso pretérito de un pueblo; agenciándose
solamente de las charlas de café de los clubes sociales, pero rara vez efectúan
trabajo de campo, vale decir conseguir pruebas fehacientes que avalan un suceso
como también dialogar con personas longevas plenas de irrefutables conceptos
históricos.
En esta oportunidad, vamos a ocuparnos de una antigua
vivienda ubicada en las esquinas formadas por las calles José Olaya Balandra y
la Victoria de Chincha Alta. Al respecto mucho rememoro que acompañado de los
literatos chinchanos Adolfo William PeschieraGonzález y Marco Aurelio
Chacaliaza Avalos, después de efectuar provechosos recorridos por las campiñas
chinchanas en busca de datos eminentementes históricos, al ingresar a una antiquísima
chingana en el lugar de la referencia para aplacar la sofocante sed, al hallar
de que en dicho sitio debajo de un puente construido a base de troncos de
árboles se había escondido el bandolero Toribio Franco, burlando de esta manera
la persecución de los gendarmes locales, al escuchar el propietario del aludido
establecimiento, un señor entrado en edad, terció en la conversación y al
averiguar quiénes éramos, nos contó con lujos de detalles que en la mencionada
casa había llegado el generalísimo José
de San Martín y
Matorras, el mismo que al notar la presencia
de numerosos
vecinos de las zonas de Condorillo Alto (Cruz Blanca), Condorillo Centro (Dos
Puentes) Condorillo Bajo (Santa Rita) y de otros villorrios, lanzó su grito
libertario a los asistentes. Como testimonio de este gran acontecimiento
concluyó que sus antecesores habían guardado como una reliquia, un jarro donde
el Santo de la Espada, había saboreado una refrescante bebida casera.
Cabe mencionar en esta ocasión que el libertador
argentino, fue un gran idealista y conmiserativo, por cuanto en todo lugar que
llegaba, daba su grito de libertad, porque sabía de cerca los abusos
incalificables que cometía la burguesía hispana con los naturales; prueba de
ello están los pueblos de Huaura, Ica, Pisco, Chincha Alta, los caseríos
Balconcito y Dos Puentes.
También cabe señalar que don José de San Martín y Matorras
estuvo tres días de permanencia en esta localidad, hospedándose en la casa parroquial
del templo de Santo Domingo de Guzmán, visitando diversos lugares de esta jurisdicción;
enrolándose en las filas del ejército libertador, muchos chinchanos que querían
la libertad y la independencia de la patria y descostrarse para siempre del
yugo español.
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