La eficiencia en un servicio de baja policía debe
tener especial atención de los gobiernos locales, sistema que ha venido siendo
descuidado por los anteriores gobiernos municipales, cuya responsabilidad no
solo es de la máxima autoridad edil, sino de los funcionarios del área que
deben estar supervisados por los regidores, presidentes de las Comisiones del
rubro, que al inicio de cada año se renuevan o ratifican de acuerdo a la eficiencia,
o de la llamada producción.
A nuestro criterio, el sistema de Baja Policía debe
ser visto desde tres aristas: maquinarias operativas y atención de equipos; un
segundo punto es la responsabilidad del personal ejecutor y autoridad edil o
regidor nombrado y en tercer punto, la cultura de un pueblo, como vigilante del
accionar en el cuidado del ornato y protección de la salud de ellos mismos: los
vecinos.
Hoy tocaremos el punto de maquinarias y equipos del servicio
de baja policía.
En el caso de
Chincha, citado como capital de provincia, no se ha tenido el cuidado responsable
de estas maquinarias, llámese camiones recolectores, no solo no se ha dado mantenimiento
a los vehículos que a cada momento se malogran cuando prestan el servicio, su
mecanismo de empuje de basura no funcionan
o se ha dejado que se malogre, al igual que la atención a sus motores, pues se
observan que dichos camiones recolectores, se desplazan emanando gran cantidad
de humo (anhídrido carbónico) “que tapa” a los transeúntes, o se filtra a las
viviendas, seguramente por haberse pegado los anillos, malogrado uno de los
pistones o deteriorado la empaquetadura de culata; y así se les hace trabajar;
otro vehículo, en cada es-quina tienen que rellenársele de agua su radiador
porque lo tiene picado, sus llantas deterioradas. En esa misma forma están los
implementos o equipos, carretillas,
contenedores pequeños, o contenedores fijos, los que no han sido renovados.
A las reparaciones de motores de los camiones no se
les han dado la atención y se ha preferido buscar tal vez a un ´amigote´ para
que alquile su camión, o propiciar que un funcionario o empleado municipal compre
un camión usado para alquilarlo al municipio inflando costos para prestar el servicio
de baja policía.
Esta es la triste realidad de Chincha, tema que ha
sido el “caballito de batalla” en las campañas políticas, situación deficiente
de lo cual el pueblo piensa que hay
malos manejos, fuga de combustibles o inoperancia de autoridades.
La situación tiene que cambiar, para eso tiene que efectuarse una labor
conjunta, autoridades ediles, trabajadores del servicio de baja policía y población,
ya que por cultura no se debe seguir con la costumbre de dejar sus bolsas de
basura en las esquinas de las calles, a merced de los canes y recicladores o para
que se putrefacte.
0 comentarios:
Publicar un comentario