El día jueves 20 de febrero
a las 7.00pm se realizará en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima; una Misa de desagravio presidida por
Monseñor Héctor Eduardo Vera Colona, Obispo de la Diócesis de Ica ; siguiendo
las disposiciones litúrgicas que indica el Ceremonial de los Obispos, que
expresa en su número 1071 que “la injuria causada a la Iglesia debe repararse
cuanto antes, mediante una celebración penitencial”.
Dentro de los signos especiales que se
realizarán durante la misa, está la entrada de los sacerdotes en procesión con
el crucífero y los cirios, la bendición y la aspersión del agua en el templo,
junto con la incensación de los altares, entre otros. Esta celebración penitencial
se efectuará como respuesta a los hechos ocurridos tras la profanación y
sacrilegio que sufrió la parroquia el lunes 03 del pte., cuando unos desconocidos
robaron la corona de la Virgen de Fátima , abrieron el Sagrario
llevándose el Copón dejando regadas por el piso las hostias consagradas ;
cometiendo sacrilegio. Entre otras cosas.
El anuncio fue hecho por el
Padre Santiago Calle Santos, Vicario General de la Diócesis de Ica, el acto
“responde a la inquietud, al dolor y a la pena que causó la profanación que
sufrió la Parroquia Nuestra Señora de Fátima”. E invocar hu-mildemente el
perdón de Dios por las ofensas recibidas. Muchos católicos en la calle
coinciden en el sentimiento de dolor, igual al que si hubieran insultado
a nuestros padres”. Como el robo del copón y la extracción de la
Eucaristía, configuran una grave profanación del Santísimo Sacramento, que
hiere las más profundas convicciones religiosas de la grey católica”.
“La Eucaristía es el tesoro más
preciado de la Iglesia”. “En Ella
está real, vivo y permanentemente presente el Señor, Dios y hombre verdadero…
Para nosotros, los católicos, la adoración al Señor en el Santísimo Sacramento
es el momento más precioso y sagrado. Nos arrodillamos frente a Él con toda
nuestra pequeñez y miseria, reconociendo en su grandeza, su amor incondicional
e infinita misericordia porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida.
Esperamos la participación de todos
los integrantes de nuestra Parroquia, así como los fieles de la provincia, y
esté también presente un pedacito de nuestro corazón, sentimiento, pensamiento
y amor en esa adoración perpetua que le ha-cemos a nuestro Señor Jesucristo.
Esa es nuestra intención.
Lo que han
hecho estos individuos es «una grave ofensa a Dios» y ha herido «a toda la
comunidad de los creyentes en Cristo». El daño material es insignificante en comparación al espiritual;
manifestó el P. Santiago.
Por: Oscar H. Velit Bailetti
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