sábado, 23 de noviembre de 2013

LA AVIACIÓN EN EL PERÚ


El hombre peruano siempre tuvo la visión de volar, las representaciones en textiles, petroglifos y ceramios así lo reafirman las inmensas líneas trazadas en el desierto de Nazca es otra prueba más.
El 12 de mayo de 1909, en la localidad de Pasco, en la Pampa de Paragsha se estrella luego de un efímero vuelo y después de haber logrado una altura bastante regular; había sido construido por un joven ingeniero mecánico de ascendencia alemana llamado Alfredo Armand, que vivía en la Plazuela  Ijurra en casa alquilada propiedad del Dr. Juan C. Peña, allí el amplio patio y las habitaciones se convirtieron en talleres y fabrica de la nave.
Esta tenia la forma de un torpedo con alas cuya parte delantera en forma de proa de guía tenía seis mts. de largo por 0.80 ctms. de diámetro y en el centro se ubicaba el ala fija de 3.20 mts. y contaba con dos timones en la parte posterior, uno de tres mts. de largo que se utilizaba para los cambios de dirección, y el otro en forma de ave (ala) – para ganar altura, además tenía otro timón lleno de mercurio con una palanca que actuaba de contrapeso para estabilizar la nave.
Se le había instalado tres ruedas de bicicleta para facilitar el despegue y aterrizaje, el depósito de combustible estaba ubicado en la parte delantera, al centro se destinó para los pasajeros y el motor, barómetros, brújulas. El motor era un tubo de acero en cuyo interior se colocaba dinamita, pólvora, etc., que mediante la combinación perfecta en el tubo, debían de explotar de manera paulatina, creando la fuerza de retroceso la misma que era aprovechada para dar velocidad al aparato. Este sistema es el mismo de los motores de cohetes de arranque. Durante muchos años ensayó Alfredo Armand, para ello inclusive utilizo un tubo de ace-ro de 12 kls. de peso con carga de algodón y pólvora y que al ser lanzado por los aires, surcó los cielos a gran velocidad, causando una gran impresión y preocupación entre los ingenieros de Cerro de Pasco, quienes pensaron que se trataba de un aerolito.
El científico, pensaba que su nave alcanzaría una velocidad de 300 millas por hora, lo cual sería de por sí una verdadera hazaña para esa época.
Era tanta la expectativa y vehemencia de este científico, que los vecinos de Pasco y de muchas zonas viajaban solo con la finalidad de espectar la nave y cuando llevó a cabo el vuelo con el mayor secreto posible, no fue impedimento para que centenares de personas se dieran cita en la pampa y cuando esta, después de alcanzar mucha altura empezó a descender hasta estrellarse; todos trasladaron los restos de la nave hasta la Plaza Principal de Pasco; los rostros denotaban una enorme tristeza y daba la impresión de una marcha fúnebre.
Nunca se supo quien fue el piloto, nunca se supo si falleció en la prueba, solo se comentaba que podría tratarse de uno de los dos mecánicos jóvenes que habían prestado su concurso convencidos por el inventor, para que aprendieran a volar la nave.
Este hecho, se dio mucho años antes de que Jorge Chávez, Bieovucic y Tenaud en los año 1910 y 1911 ingresaran a los cielos del mundo y del universo. Si nos lo permiten nuestros amigos de la Verdad del Pueblo, seguiremos con más datos interesantes de la aviación en el Perú.
Fuente:
Aviación – Fuerza Área del Perú en 1976 Nro. 432
Aviación – Fuerza Armada del Perú Nro. 439.
Santiago Perona

Miguel de Priego

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