El hombre peruano siempre tuvo la visión de volar, las representaciones
en textiles, petroglifos y ceramios así lo reafirman las inmensas líneas trazadas
en el desierto de Nazca es otra prueba más.
El 12 de mayo de 1909, en la localidad de Pasco, en la Pampa
de Paragsha se estrella luego de un efímero vuelo y después de haber logrado
una altura bastante regular; había sido construido por un joven ingeniero mecánico
de ascendencia alemana llamado Alfredo Armand, que vivía en la Plazuela Ijurra en casa alquilada propiedad del Dr.
Juan C. Peña, allí el amplio patio y las habitaciones se convirtieron en
talleres y fabrica de la nave.
Esta tenia la forma de un torpedo con alas cuya parte delantera
en forma de proa de guía tenía seis mts. de largo por 0.80 ctms. de diámetro y
en el centro se ubicaba el ala fija de 3.20 mts. y contaba con dos timones en
la parte posterior, uno de tres mts. de largo que se utilizaba para los cambios
de dirección, y el otro en forma de ave (ala) – para ganar altura, además tenía
otro timón lleno de mercurio con una palanca que actuaba de contrapeso para
estabilizar la nave.
Se le había instalado tres ruedas de bicicleta para
facilitar el despegue y aterrizaje, el depósito de combustible estaba ubicado
en la parte delantera, al centro se destinó para los pasajeros y el motor,
barómetros, brújulas. El motor era un tubo de acero en cuyo interior se colocaba
dinamita, pólvora, etc., que mediante la combinación perfecta en el tubo,
debían de explotar de manera paulatina, creando la fuerza de retroceso la misma
que era aprovechada para dar velocidad al aparato. Este sistema es el mismo de
los motores de cohetes de arranque. Durante muchos años ensayó Alfredo Armand,
para ello inclusive utilizo un tubo de ace-ro de 12 kls. de peso con carga de
algodón y pólvora y que al ser lanzado por los aires, surcó los cielos a gran
velocidad, causando una gran impresión y preocupación entre los ingenieros de Cerro
de Pasco, quienes pensaron que se trataba de un aerolito.
El científico, pensaba que su nave alcanzaría una velocidad
de 300 millas por hora, lo cual sería de por sí una verdadera hazaña para esa
época.
Era tanta la expectativa y vehemencia de este científico,
que los vecinos de Pasco y de muchas zonas viajaban solo con la finalidad de
espectar la nave y cuando llevó a cabo el vuelo con el mayor secreto posible,
no fue impedimento para que centenares de personas se dieran cita en la pampa y
cuando esta, después de alcanzar mucha altura empezó a descender hasta
estrellarse; todos trasladaron los restos de la nave hasta la Plaza Principal
de Pasco; los rostros denotaban una enorme tristeza y daba la impresión de una
marcha fúnebre.
Nunca se supo quien fue el piloto, nunca se supo si
falleció en la prueba, solo se comentaba que podría tratarse de uno de los dos mecánicos
jóvenes que habían prestado su concurso convencidos por el inventor, para que
aprendieran a volar la nave.
Este hecho, se dio mucho años antes de que Jorge Chávez, Bieovucic
y Tenaud en los año 1910 y 1911 ingresaran a los cielos del mundo y del universo.
Si nos lo permiten nuestros amigos de la Verdad del Pueblo, seguiremos con más
datos interesantes de la aviación en el Perú.
Fuente:
Aviación – Fuerza Área del Perú en 1976 Nro. 432
Aviación – Fuerza Armada del Perú Nro. 439.
Santiago Perona
Miguel de Priego
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