El lunes 21, a horas 11:30 de la noche, seis sujetos
provistos con armas de fuego ingresaron abruptamente al Centro Comercial Vega,
por el acceso de la calle Callao y tras amenazar y reducir a los comerciantes Pedro
Ernesto Sebastián Sotelo (22) y Kleiver Jhonson Castillón Herrera (24),
lograron apoderarse de mercaderías que tenían en sus puestos de venta.
Otra de las victimas también es la señora Beatriz Hernández
Zevallos (33), quien atiende en el stand de número 433.
Ella al llegar a las 8 de la a.m. a su negocio se dio con
la sorpresa que los candados de la puerta principal no se encontraban, y que de los módulos de internet, habían
sustraído 8 monitores marca LG, dos marca Samsung y 11 CPU.
De estos nuevos asaltos y robos, a vista de todo el mundo,
comprendemos una vez más que (como amarga experiencia) los comerciantes en
general, deben atender a sus clientes potenciales hasta ciertas horas de la
noche, porque, por lo que se ve, como están las cosas, nadie está libre de ser
víctima de la delincuencia en esta provincia, que antes era pacífica.
De ellos, también
nos preguntamos: ¿y los guachimanes del Centro Comercial Vega donde estaban a
esa hora de haberse producido los robos? ¿hay vigilantes o no los hay?. Ellos
tienen la respuesta.
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