Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo
Es terrible ver que hay un grosor de la población
muy, muy ancho, que está viviendo en “Zombieland”. Esta era que presume de ser
la más informada, esta que revienta de
individuos que viven en una realidad alterna, o mejor dicho en muchas, porque
también debemos considerar la alta incompetencia lectora que se está develando
y que hace que cada quién entienda lo que quiere entender, por lo tanto piense
y viva lo que su voluntad desea. Y el resultado es un caos completo.
Las redes sociales son como un hervidero donde todo
esto se da a cada segundo. Y es así de rápido, porque es una realidad que
noticias, nacen por todos lados y los medios de comunicación quieren generar
noticias y primicias a una velocidad de la luz, lo que obviamente provoca que
hasta los más insignificantes suspiros de personajes de la política, la
farándula, o los sucesos más irrelevantes, se vuelvan noticia mundial.
Otro de los problemas a los que comúnmente los
cibernautas se enfrentan es, también lo que ven o escuchan o poco leen a través
de San Google, San Youtube y San Wikipedia, la “ Santísima Trinidad” de la
información en la actualidad. Y los tres no es que sean malos. Solo que están
repletos y con poco filtro. El control de lo que cualquier navegante de la web
puede encontrar, no existe. Todos podemos acceder a todo. Y el todo, es en
verdad infinito.
El filtro debemos ser nosotros con consciencia 100%
centrada y objetiva, para no ser parte de esta comunidad de zombies. Los
califico como tales, porque me los imagino, tal cual, devorando ferozmente
noticias, sin lograrse saciar, persiguiendo a todo momento y por si fuera poco,
también queriendo ser parte del embrollo, porque aquí también como zombies,
formamos el circulo vicioso y aportamos, haciendo videos, memes, fotografías,
opinando en nuestros estados o en los grupos a los que pertenecemos, etc.
Entonces esto se vuelve una lucha de todos contra todos, vuelvo a repetir:
Zombieland.
El poderoso smarthphone nos abre la caja de pandora a
la carretera de la información y hemos dejado de lado cosas básicas como leer
un buen libro, escudriñar los periódicos diariamente, acceder a revistas
especializadas, observar documentales (cosa ya impensable porque tooodos
queremos que los videos duren menos de un minuto, si no es así nos aburre),
apreciar el arte. Resumiendo: ir con calma. Uno de los remedios más fuertes
para este problema es ese: tomarnos el tiempo para observar, buscar, analizar,
comparar, cuestionar todo lo que nos llega y entonces poder formar un criterio
sano sobre lo que se esté opinando. Crear tendencias es un ejercicio diario de
los sistemas que están empecinados en manejar el planeta a su antojo. No
podemos ser parte del cúmulo de marionetas que bailen al “son” que ellos nos marquen.
Se acuerda de la canción de Gloria Trevi, “Brincan los borregos”? La lanzó en
la década de los noventas y en ese momento recibió mucha censura por su
contenido. Obvio, era clara y precisa.
Escúchela y traspole a la actualidad la situación
descrita, entorno a lo que le platico
hoy. Algunos tips para detectar fake news: 1. Observe quien lo publica; 2. No
se quede solo con la información que le dio el titular; 3. Identifique el humor
y sentido con el que se está llevando la información; 4. Tenga cuidado con las
citas falsas, si una frase no tiene ni fecha ni fuente y no la puede
corraborar, es mentira; 5. Ponga atención en noticias del pasado que se lanzan
como nuevas. Ojo, por favor deje la Zombieland.
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