Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo
El
país registró el mes pasado en la escalada de precios un incremento del 0.84%,
el aumento más alto a tasa mensual desde diciembre de 1998. La inflación rebasa
el 6.2%. El alza en los precios no da tregua, todo está por las nubes. Según el
INEGI esta subida ha sido impulsada por el alza de precios del gas doméstico
licuado de petróleo. Afectando también el precio de la energía eléctrica que
tuvo un incremento del 18.8% al concluir el subsidio de las tarifas por
temporada de verano. Entre los productos que más se han encarecido están: el
huevo, la cebolla, el tomate verde, la carne de res y el transporte aéreo (por
aquellos que les gusta viajar por aire). Especialistas del sector privado y
BANXICO, han ya dejado entrever que las expectativas de inflación rayaran sobre
el 7.20%.
Cuando
se reciben todas estas noticias, las cuales, obviamente, salen con el
antecedente de la pandemia, pues parece película de terror. Y es que vas a las
compras y cada vez se gasta más y se adquiere menos. Lo malo es que como muchos
están en época de aguinaldos, pues en la locura y en la alegría de la navidad y
de que muchos ya están vacunados y ya se dejan entrever más las posibilidades
de la tan ansiada “normalidad” pues no se esta sintiendo, pero debemos estar
prevenidos. Tendremos la peor cuesta de enero en 21 años. Lo alentaría a
comprar despensa de emergencia y empezar a hacer su guardadito porque nos va a
llover, y como bien sabe, los que menos tienen siempre son quienes más la
sufren siempre. Y es que los salarios no suben y lo que es peor en muchos casos
el trabajo no llega para muchos. El gobierno apuesta por sugerir un aumento en
el salario mínimo del 15%, para el próximo año, pero mientras eso pase, pues
seguimos igual. Además, aunque suene un poco negativa, no olvide hacer su
guardadito para cualquier emergencia de salud que pueda pasar. Más vale estar
prevenido. No es por ser negativo, repito, pero ya sabe como están las cosas.
Estamos y seguiremos viviendo secuelas de la pandemia que nos paralizó económicamente. Y globalmente se tiene un panorama muy crudo. Pero no quiere decir que todo haya sido culpa de esta, tampoco se puede tapar el sol con un dedo. No nos queda de otra más que ser prudentes, dígale no, a las deudas, no se enganche en cosas superiores a su percepción. Cuide lo que este diciembre le llegue:
• Haga un presupuesto navideño;
• Antes de comprar, compare precios;
• Tengamos en cuenta que nuestra
capacidad económica tiene un límite;
• Haga una lista de artículos que
realmente necesite;
• Evite la compra de artículos
superfluos;
• Tenga cuidado con las ofertas de la
época;
• No olvide los primeros pagos del año:
agua, predial, etc.
• Reconsidere si puede dejar de gastar
en algo;
• Pague todo lo que pueda en efectivo;
• Utilice bien las tarjetas de crédito, recuerde que en algún momento deberá
pagarlas;
• Establezca metas de ahorro a corto, mediano y largo plazo.
Felices
fiestas, nos vemos en 2022.
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