De un tiempo a esta parte numerosos vecinos de las urbanizaciones Arboleda, Bancarios y lugares aledaños se encuentran mortificados por la existencia de la continua basura desparramada en sus calles.
Ellos explican que el camión recolector
cumple en parte su labor diaria, pero lo que está sucediendo es que estos
obreros municipales se limitan a recoger ligeramente (como si los corrieran)
sus bolsas grandes o medianas con desperdicios que no están dañadas o rotas por
los perros, dejando los residuos regados en la vía pública, que atraen moscas y
otros bichos.
Antes –afirman ellos- había un barredor que
se encargaba de esta limpieza luego del pase del camión recolector, ahora -agregan-
ese trabajador que andaba con su escoba en mano y su depósito de basura, brilla
por su ausencia.
Finalmente añadieron que esta deficiencia pública
se puede observar en la prolongación de la calle Lima precisamente donde se
encuentra el local del registros públicos.
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