Por: Víctor Campos Ñique.
En
el Día Mundial del Teatro que se conmemora el 27 de marzo, quiero recordar con
pro-fundo afecto y emoción una época muy significativa culturalmente para
Chincha.
Era la década de los 90 y el maestro León
Solís Vivas, sanmarquino, abogado y docente, me convocó para apoyarlo en la
organización de los concursos provinciales de teatro.
La institución que organizó este evento
cultural y que lo hizo por varios años consecutivos con gran y excepcional
acogida fue, el Centro Peruano de Teatro filial Chincha.
Diversos colegios, públicos y privados,
participaron con sus mejores valores estudiantiles y también con muy buenos
libretos incluso creados por los docentes o los propios estudiantes. Toda una
fiesta cultural realmente. Un antecedente de estos concursos de los años 90 fue
lo que hicieron los hermanos Bernaola (Carlos, Eduardo y Luz), pero después de
lo realizado por el profesor Solís, no se ha vuelto a repetir en nuestra
provincia.
El Centro Peruano de Teatro cuya sede
está en Lima lo dirige actualmente el maestro Eduardo Navarro Ibáñez, hijo de
quien fuera el iniciador en el Perú de los estudios de folklore, don Víctor
Navarro del Águila.
Navarro Ibáñez es padre además del
sicólogo y actor Vladimir Ilich Navarro Vargas, autor del conocido libro “Oratoria
y liderazgo” y quien ejerció la docencia por algunos años en Chincha y hoy lo
hace en la Decana de América. Debo mencionar también a la doctora Julia Vargas
Giles, sicóloga y sanmarquina, esposa de Eduardo,
mujer inteligente y con particular
sensibilidad para el arte.
El apoyo de Eduardo Navarro al Centro
Peruano de Teatro filial Chincha para los concursos en nuestra ciudad fue
fundamental y es que su experiencia habla ya de un hombre que apostaba por el
arte y la descentralización. Por ejemplo, el Teatro de la Federación Universitaria
de San Marcos lo fundó él un 16 de octubre de 1968, iniciando de esta manera
todo un movimiento estudiantil. En el año 1971 organizó el Primer Festival de
Teatro Popular Universitario, en donde intervienen con su brillante participación
personajes como Jorge Acuña Paredes del Teatro de la Calle o Víctor Zavala
Cataño del Teatro Campesino. Si bien el festival se cristalizó en Lima, luego
se realizó en Arequipa y más adelante en Ayacucho.
En los años 70 se funda la Federación
Nacional de Teatro Popular y Eduardo Navarro Ibáñez fue elegido presidente,
logrando con esta elección que la propuesta del arte dramático popular se
intensificara por todo el país y en diversos espacios culturales y sociales.
Espero que en Chincha vuelva la práctica
del teatro con eventos como de los años 90 y que los niños y jóvenes de nuestra
querida provincia sean los más beneficiados. Y estoy seguro que Eduardo Navarro
Ibáñez con el Centro Peruano de Teatro apoyará e impulsará decisiva-mente el
reinicio de esta gran iniciativa.
La filial en nuestra ciudad, como todo
en la pandemia, se reactivará y pondrá en escena su mejor aporte cultural.
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