En
memoria de Carlos Jimenez Agapito
Dos años después, luego de
titularte, en diciembre de 1989 te desposaste con Mariela y juntos iniciaron
una familia, tuvieron como primera residencia tu querido pueblo de Calango en
Mala, pronto nació Rafael y luego Carlitos y tu querías hacer patria en tu
pueblo, donde llegaste a ser Juez de Paz, pero como nadie es profeta en su tierra,
la vida te enrumbó a nuevos lares, así llegaste para establecerte en la tierra
de tu esposa, viniste a nuestra querida Chincha.
Tus primeros años en Chincha
no fueron muy fáciles, pero supiste abrirte paso en tu ejercicio profesional,
poco a poco fuiste conociendo el ambiente jurídico legal de esta provincia.
Empezaste como asesor de la municipalidad de Pueblo Nuevo, también fuiste
asesor de los municipios de Tambo de Mora y de Alto Larán. Poco tiempo después,
el sector Educación de la provincia tuvo la suerte que contar con tus servicios
como abogado, así fuiste adquiriendo experiencia y el derecho administrativo,
especialmente el vinculado a la gestión de las entidades públicas, fue convirtiéndose
en tu campo de especialización; pero también realizabas el ejercicio de muchos
asuntos de derecho civil y también algunos asuntos penales, en todos los cuales
siempre estuvo por delante tu profesionalismo de la mano con tus sólidos
principios y valores. Pocos años después también el sector salud, especialmente
el Hospital San José, empezó a contar con tu servicio por varios periodos hasta
hace muy poco. Tu prestigio profesional fue más allá de Chincha y también brindaste
servicios al sector Educación en el nivel regional y a la Municipalidad
provincial de Ica; también hiciste por unos años docencia universitaria, y así
te fuiste convirtiendo en un reconocido e ilustre abogado de esta provincia.
Ya asentado en esta cálida tierra chinchana, catorce años después de Carlitos, nació Álvaro y seis años después nació Gonzalo, tus dos últimos retoños, como solías decirles con orgullo, luego nació tu primer nieto Joaquín y hace apenas 08 meses tu segundo nieto Benjamín.
A pesar de no haber nacido
en Chincha, en esta provincia conociste a muchos chínchanos y muchos chínchanos
te conocieron, algunos se volvieron tus amigos, otros expresaban que lo eran y
otros seguro no te apreciaban así, pero esa es la vida, no todos nos valoran de
la misma forma, sin embargo de algo que si estoy seguro, es que todas las
personas que te conocieron, amigos o no, reconocen tu integridad personal y profesional,
y ese es el mayor orgullo que tu familia, y sobre todo tu esposa y tus hijos
tendrán siempre de ti.
Carlos Jiménez, perteneces a
la denominada generación X, sin embargo por razones profesionales y de
adaptación a las rápidas transformaciones sociales y tecnológicas, aprendiste
muchas cosas de los Milenials como son tus hijos mayores, y seguro que estabas
dispuesto a seguir aprendiendo muchas cosas de los Centenials como son tus
hijos menores y tus nietos, seguro son ellos, más que ningunos, quienes
sentirán tu muy pronta partida, porque con tus apenas 56 años, tenías todavía
mucho que compartir y aprender de ellos.
Carlos, como entender, por
qué el año 2020 cambió para siempre la forma de vivir en el mundo, por qué
cambió para siempre la forma de vivir en nuestro país, por qué cambio para
siempre la forma de vivir en nuestra querida Chincha. Los expertos nos explican
que cambió todo porque llegó una pandemia causada por un virus
ultramicroscópico, que no conocíamos y aun hoy no terminamos de conocer.
Maldito Virus SARS-CoV 2 que produce una maldita enfermedad, el COVID-19,
enfermedad que no hace ninguna distinción por nadie, que afecta por igual a la
población, como a los médicos y profesionales de salud que tratan de
combatirla.
Carlos Jiménez, has partido
a la eternidad, a las 11.20 de la noche del jueves 04 de febrero del 2021,
luego de luchar 15 días contra esta enfermedad aún incierta, te has ido y estamos
convencidos que vas a descansar en la paz eterna que DIOS le depara a los que
como tú, siempre vivió bajo sus mandamientos, siendo un hombre justo, noble y
amoroso. Los que nos quedamos sintiendo tu partida, nunca tendremos el sosiego
de haberte perdido tempranamente, pero trataremos de sobreponernos,
recordándote y sobre todo recordando los buenos y no buenos momentos compartidos
con familiares y amigos.
Tuve la suerte de conocerte
y desde la primera vez, junto con Manuel y Grocio, hemos com-partido mucho y
seguiremos compartiendo contigo siempre, porque estarás presente en cada
momento que la familia esté reunida,
como siempre lo estuvimos en estos últimos 34 años de nuestras vidas y estarás
siempre presente para todos, especialmente para Mariela, Rafael, Carlos, Álvaro
y Gonzalo.
Chincha, tu tierra que por elección
hiciste tuya, llora tu temprana partida, hemos perdido a una gran persona,
hemos perdido a un ilustre abogado.
¡DESCANSA EN PAZ, CARLOS
ANTONIO JIMENEZ AGAPITO!
Por:
German F. Rivera Del Río
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