Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo
Muchos se quejaron al inicio de que no se estaban guardando los
protocolos correctos dentro de la emergencia sanitaria. Creo que la mala
información ha hecho que algunos adopten posturas incorrectas, pues el estado
accionó rápidamente y nuestras estadísticas lo que reflejan es que por
desgracia si, tenemos un alto índice de fallecimientos a causa de COVID 19
pero esto, atacó de forma fulminante organismos que tenían antecedentes y
estaban dentro de grupos de riesgo, llámese: sobrepeso, diabetes,
hipertensión, etc. Y que los malos hábitos alimentación, la vida sedentaria y
los excesos, expusieron a muchos a tener un mal fin.
Han pasado siete meses. La cuarentena se
trasformó en un nuevo estilo de vida. Lo que nos parecía lejano lo estamos
viviendo día a día. A muchos no les ha caído el “20”, pero el futuro nos ha
alcanzado. Lo de atrás es historia y estamos ya viviendo una nueva era. Quizá
podríamos llamarla Pandémica, pero no es para sembrar pánico, lo aclaró,
seguramente empezaremos a vivir con diferentes virus a los cuales tendremos
que ir dando batalla. El Coronavirus está siendo sólo nuestro punto de partida.
Ya hemos mencionado en semanas pasadas todos los cambios a los que nos hemos
enfrentado, pero esta, lo que quiero subrayar es como día a día estamos
demostrando que no bajamos la guardia y que tenemos una natural e instintiva
fuerza que lucha por la supervivencia, pero es importante no abusar ni bajar
la guardia.
Sabemos que la economía debe reactivarse, que los estragos han sido realmente crudos, y que debido a esto las semaforizaciones han ido en avance. Hablamos de nueva normalidad, pero insistimos en regresar a la antigua y ahí es donde no es-tamos actuando coherentemente. Es momento de reinvención. Debemos tener claro que nada será como antes, es difícil aceptarlo es un duelo que debemos entender, pero es tal cual. No insistamos en regresar a nuestras acostumbradas rutinas, eso nos expone más.
No se trata de cambios momentáneos, sino de evolución y transformación real y profunda. Sé que en muchos aspectos. No sabemos cómo y es normal. Nadie realmente lo sabe del todo, pero es un punto de partida aceptar; no hay más que seguir a-delante, adecuándonos y no creyendo que todo pasará. No es así.
Me asusta ver calles llenas, personas en
lugares de diversión nocturna, escuelas que se preparan para el regreso
presencial. Estamos muy lejos de eso. Y no quiere decir que si no regresamos a
lo conocido nos consumiremos. Al contrario. Veamos el momento como algo
oportuno y positivo. Estamos dando el salto a una era nueva. Despertemos
nuestras competencias creativas, revaloremos el sentido de nuestras vidas, reaprendamos
en conjunto. El futuro está aquí. No deje de cuidarse, pero empiece usted mismo
a motivar el cambio. Plantee como puede ser su nueva forma de sustento, su
nueva estrategia de vida y hasta sus nuevos métodos de cercanía social. No se
trata de parar todo el tiempo. Ya vimos que nos ayudó, pero no pode-mos estar
en cuarentena eterna. Esta nueva realidad debe ser realmente diferente y
encausada a crear sociedades más diversificadas y fuertes. Porque como dije al
principio, esto es solo una probadita de los nuevos desafíos que como humanidad
enfrentaremos. Me encantaría conocer sus comentarios no deje de escribirme.
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