Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo
Ver a nuestro subsecretario de salud Hugo López Gatell, a las siete
de la noche, todos los días, se ha vuelto para muchos una cita inamovible. Las noticias
a partir de los primeros minutos de su conferencia empiezan a ser lanzadas en
diversos medios y redes sociales. Y por supuesto la nota de oro es el número de
muertos por Coronavirus en nuestro país, el número de contagios y luego, el
dato del lugar que van ocupando los diferentes estados de la República, los
cuales parece que compiten todos los días, por subir un escalafón más en la
tabla que nuestro Epidemiólogo de cabecera, junto con su equipo, elabora para
hacer conciencia a la ciudadanía sobre lo grave de la pandemia.
También es una realidad, que
todos estos datos, la mayoría los espera con un tinte bien marcado de
morbo, pánico, negatividad y hasta anhelo de que las cosas se pongan cada día
más color de hormiga, para ver si podemos echarle la culpa de eso también al
gobierno, porque obvio, nosotros responsabilidad no queremos sentir. Ni
responsabilidad ni conciencia de nada, tal es nuestro actuar superfluo, que en
lugar de investigar bien sobre lo que leemos, compartimos y hasta le echamos más
“leña al fuego”, con opiniones de crítica, sarcasmo, burla, cuestionamiento,
señalamiento al prójimo y un sinfín de posturas negativas que hacen que
cualquiera que ande en las redes sociales, acabe mucho más estresado de lo que ya puede
haberlo puesto la cuarentena, las noticias de amigos y familia con COVID19, y
el contexto completo muchas veces de desempleo, escases de dinero, encierro,
protocolos desesperantes y distanciamiento. Estamos bien cargados de información.
Los medios se han colgado de la emergencia sanitaria para generar expectativa y
rating. Y eso lo puedo entender, ellos también necesitan subsistir, y aunque no
es muy ético, es parte del show. El problema es, que nosotros no estamos pa-ra
consumirlos, y tampoco para seguirles el juego.
Me entristece mucho, ver comentarios de señalamiento, negativos y
de inmensa agresividad a los sucesos de los que tenemos un somero conocimiento.
Y recalco: somero, porque realmente el “fondo de la olla”, remotamente lo conocemos,
ah! pero que bien nos enfrascamos y nos unimos al conglomerado de “entes sin
sentido” que parece que disfruta de poner denso el ambiente hasta colapsar.
¿Por qué no buscamos la manera de generar positividad? De tener en
nuestra boca (y por qué no, también en nuestro dedos, que hacen uso del
teclado) palabras y comentarios benéficos, de buen uso, afirmativos, resaltantes
de lo correcto y no sumergidos en explotar y explorar lo más profundo de
nuestra ruina como humanidad. Es importante en estos momentos de crisis que,
procuremos que nuestros pensamientos y nuestro contexto este lleno de cosas
inmejorables. Que nos ayuden a mantenernos y no a ir en declive. Ya hemos
hablado mucho de que esta situación va para largo, de lo importante que es
tomar medidas y cuidarnos, por eso es, que ahora también le pido, que haga una
reflexión profunda sobre el cuidado de su pensamiento, de lo que lee, de cómo
recibe y selecciona la información a la que va a dar acceso a su subconsciente,
el cual tiene que mantener con la mejor de las actitudes, infórmese en buenos
portales, siga líderes de opinión correctos, deje de señalar por favor, mejor
actuemos, y actuemos lo mejor posible. Todo, todito, depende de nosotros, así
que sumemos, aportemos, para poder cosechar día a día, mejoría. Recuerde que una posición fatalista, también
baja las defensas. Ah, y al igual que en semanas pasadas, le pido que no deje
de lavarse las manos y mantener la distancia. Cuídese.
Comentarios: draclaudiaviveroslorenzo@gmail.com
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