La Dirección
Regional de Salud de Ica a través de la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental
(DESA) viene realizando la vigilancia sanitaria de los juguetes que se expenden
en los centros comerciales en el marco de las fiestas navideñas y de fin de
año; con el objetivo de que cumplan con la normatividad legal vigente,
expendiendo juguetes seguros e inocuos que estén libres de metales pesados.
DESA supervisa que los juguetes contengan el rótulo donde
se indique datos del importador o fabricante, autorización sanitaria que señala
la fecha de emisión; número de autorización; número del registro del
fabricante, importador y país de fabricación; Partida arancelaria genérica de
los juguetes y útiles de escritorio autorizados (breve descripción de los
mismos), Código / Número del lote de juguetes; Cantidad de productos
autorizados; Cantidad de parciales a importar (cuando corresponda); Número de
la Factura Comercial; Registro Nacional otorgado por Dirección General de Salud
Ambiental – DIGESA; recomendaciones y advertencia de uso.
El rotulado va adherido al empaque o juguete. Es ahí
cuando se considera un juguete saludable. La finalidad principal de la
vigilancia sanitaria de juguetes es evitar riesgos en los menores; por ello el
fabricante deberá tomar en consideración las propiedades físicas, mecánicas,
químicas e higiénicas de los juguetes que fabrica o adquiere; evitar el riesgo
de asfixia por juguetes, que en su diseño contengan piezas separables y de
dimensiones que puedan ser ingeridos o aspirados.
Los juguetes no deben constituir un peligroso elemento
inflamable en el ambiente del niño y niña. Los materiales con los cuales se han
fabricado, deben cumplir requisitos específicos con respecto a su inflamabilidad,
no se quemen al estar expuestos a una llama o chispa u otra fuente potencial de
fuego; que si arden, lo hagan lentamente y con poca velocidad de propagación de
la llama.
Respecto a las propiedades químicas, los juguetes
deberán ser diseñados y fabricados de forma tal que su ingestión accidental,
inhalación o contacto con la piel, las mucosas o los ojos no representen
riesgos para la salud.
Los fabricantes deben establecer las medidas
necesarias respecto a propiedades higiénicas, a fin de evitar intoxicación e
infección por microorganismos patógenos.
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