Forma
de reducir la delincuencia juvenil
URGE PARTICIPACIÓN DE AUTORIDADES,
EMPRESARIOS Y CIUDADANÍA
La ciudadanía vive momentos de gran
tensión por el incremento de la delincuencia en todas sus formas; jóvenes con
armas de fuego roban con violencia, maltratan a sus víctimas; obviamente,
dirigidos por adultos; los utilizan como “Marcas” o asaltan; temen ir a comer a
restaurantes o salir de compras a locales comerciales, estos ingresan con armas
de fuego; falta labor operativa de la Policía; no está mal los operativos contra
mototaxis, motos lineales o autos paraque exhiban sus documentos; dispone la
autoridad excesiva cantidad de efectivos policiales, mientras avezados
delincuentes se refugian en los Asentamientos Humanos o Centros Poblados; en
reiteradas oportunidades he recomendado el uso de automóviles privados y
policías sin uniformes.
Preocupa, la
presencia de jóvenes delincuentes; aquellos que han crecido sin el calor y
apoyo de sus padres, quedando abandonados a su suerte; esposos separados por
infidelidad, los hijos son los más perjudicados; madres irresponsables que no
les interesa el porvenir de sus hijos, se dedican a las diversiones, a consumir
licor y drogas, a la prostitución, padres delincuentes, drogadictos o sufren de
alcoholemia; ante esta cruel realidad, los niños salen a buscar comida o pedir
limosna; al aumento de sus edades, son cogidos por avezados delincuentes, les
enseñan el manejo de armas de fuego, cómo actuar en los asaltos; en suma,
un problema de carácter social, que si todos nos proponemos a ayudarlos
reduciremos enormemente la delincuencia juvenil.
Las causas y
factores de estos males de la sociedad, son aquellos que les he mencionado, pero
si nos unimos autoridades, empresarios y comunidad y forjamos el CENTRO DE FORMACIÓN
Y DESARROLLO DE NIÑOS Y NIÑAS, para ello es necesario realizar las siguientes
acciones: Cuando fui Regidor Provincial 1993- 1995 le presenté al ex Alcalde
José Navarro Grau, un proyecto de un Hogar de Menores Abandonados, me escuchó,
pero allí quedó, continué con mis propósitos, tampoco fui escuchado con las
siguientes gestiones, jamás se interesaron de resolver este álgido problema;
sólo les interesaban sembrar cemento y asfalto, porque, presuntamente fueron
sus mejores negocios, llegaron cuasi quebrados, algunos con sueldos paupérrimos
o pocos ingresos, hoy, cuentan con inmuebles, terrenos, construyen modernas
viviendas, compran vehículos modernos, se dan el lujo de adquirir otras
obligaciones fuera del hogar, de ¿dónde pecata mía?
Respecto al
problema de menores abandonados; soy de la idea de crear un CENTRO DE FORMACIÓN
Y DESARROLLO DE MENORES EN ABANDONO MORAL, SOCIAL Y ECONÓMICO, para ello las
municipalidades deben buscar un terreno con la finalidad de construir dicho
Centro; pedir apoyo a los empresarios para que donen cemento, ladrillos,
fierros; el gobierno Regional de Ica, colabora con donar, catres, frazadas,
colchones, cocinas, enseres; hacer convenio con el sector Educación, para que
menores reciban educación; convenio con los Hospitales San José y Hospital EsSalud
Chincha, para la atención de los menores; convenio con el cuerpo médico y
enfermeras, para la atención de los menores, una vez al mes; que la Policía Nacional
se encargue de realizar un Censo de menores abandonados sin protección
maternal, pedir la colaboración de Psicólogos para el tratamiento de menores,
con charlas una vez al mes; colaboración de profesores de Educación Física para
la práctica de disciplinas deportivas; que las DEMUNAS descentralicen sus
actividades, concurriendo a los Centros Poblados y Asentamientos Humanos,
orientándolos para la demanda de alimentos; convenio con la Asociación de
Abogados de Chincha, para asesoramiento legal gratuito en todas sus formas; que
las madres de los menores, en número de diez, cada mes, se turnen para que cocinen,
laven sus ropas, y hagan limpieza en el Centro.
En síntesis,
si se llega a cristalizar este interesante proyecto, tengan la seguridad que se
va a reducir la delincuencia juvenil; no sólo pensemos en los afectados,
también en nosotros, dada nuestras ramificaciones familiares, nadie puede decir
de esta agua no he de beber.
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