: Raúl
Sotelo Lévano
Los expertos en bioquímica sostienen que el
enamoramiento entre los seres humanos se origina en la corteza cerebral. Allí,
existe una especie de laboratorio químico encargado de elaborar sustancias que
fluyen apenas el hombre fija su atención en aquella dama sentada en una banca
del bulevar luciendo su contorneada figura.
Dentro de
la cabeza del galán suena la alarma, se prenden las luces, y sus hormonas
activan su sistema nervioso. Era el Día de los Enamorados, y la flecha de
Cupido (dios mitológico del amor) le atraviesa su cuerpo de lado a lado. El
hombre estaba dispuesto a dar la batalla y obtener una medalla más en su variada
colección de conquistas amatorias.
Su
respiración comenzó a agitarse, el corazón acelerado como queriendo salir de su
cavidad, la adrenalina entra en ebullición. Es decir, nuestro amigo con los motores
prendidos estaba listo para arrancar.
Se aproxima
dónde está la mujer e intenta hablar pero no le sale ni una sola sílaba porque
siente que dentro de su estómago como si volaran docenas de mariposas. ¿Qué había pasado? El que se jactaba ser
un eximio conquistador de faldas, estaba allí parado haciendo el ridículo sin
atinar a nada.
De pronto,
como si hubiera sido un huayco, todas sus hormonas invadieron su cavidad
craneana, originando que él saliera de su letargo y avanzar decidido para ubicarse
al lado de la dama. Ella ni lo miró.
Pero los
dioses estaban de su parte, porque en esos momentos como si hubiera sido
enviado por San Valentín, se acercó un vendedor de helados. Extrae su pesada
billetera y solicita dos porciones. “Señorita,
con su venia, ¿me permite invitarle un refresco?”. La descendiente de Eva, que
ya había visto de reojo el cajero automático en miniatura de su pretendiente,
lo aceptó de buen agrado.
Había
mordido el anzuelo, y ya para adelante la relación amorosa entre ambos caminó
sobre rieles. Una pareja más inscrita en la libreta de San Valentín.
Si bien es
cierto que las hormonas del personaje central de esta historia lo impulsaron a
dar el asalto a esa morena de piel canela, fue
determinante que mos-trara su abultada billetera para con-seguir su objetivo.
Ella cedió y sacó la bandera blanca en señal de rendición.
¿Qué el
enamoramiento se origina en la corteza cerebral del ser humano? Puede ser, pero el toque final para doblegar la resistencia
femenina, es y será lo que está en las profundidades de los bolsillos del
pretendiente, y si son anchos como para almacenar todo lo valioso que haga brillar
de codicia los ojos de una mujer, mucho mejor todavía.
Me intriga
pensar si San Agustín, en su juventud, también pasó por estos avatares o mejor
dicho si sus hormonas también lo inquietaron ante una presencia femenina. Seguro estoy que no apeló a lo de la billetera,
tanto así que ahora está en los altares de la Iglesia Católica.
Un Santo
varón como hay pocos en este mundo.
Otrosí digo: Los
escándalos sexuales protagonizados por políticos de renombre, son temas de
ayer, de hoy y lo serán siempre en el futuro. Es que con el poder en sus manos
son tipos incontrolables.
Los más
notorios ¿el que fuera presidente Bill Clinton, enjuiciado por perjurio en el
caso de su relación extramatrimonial con la becaria Mónica Lewinsky; y el ex
gobernador de California, ArnoldSchawarzenegger que admitió haber tenido un
hijo con su empleada. El más reciente, el legislador demócrata Anthony Weiner,
que aceptó el envío de fotos y textos de contenido sexual a varias mujeres,
mismo jovencito despistado, a través de conocidas redes sociales.
La mentira
en Estados Unidos se castiga como si fuera un pecado capital, y él en primera
instancia negó los hechos, pero ante las evidencias terminó declarándose
culpable. Su reputación está por los suelos y su futuro político bien puede
irse al tacho del desperdicio.
Que
aprendan del histórico Sansón, que no apeló a nada ilícito para conquistar el
corazón de la bella Dalila. No usó su descomunal fuerza física para seducirla
sino simplemente, como buen romántico, se dejó cortar por ella su abundante cabellera
donde precisamente residía su fortaleza. Si como aseguran algunos historiadores
que Dalila “pepeó” al inocentón de Sansón para poder trasquilarlo, pues, eso es
ya materia de investigación por parte del FBI.
EN LA PICOTA: El legislador demócrata Anthony Weiner será
sometido a una investigación de su partido tras admitir su falta.
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