Por: Juan Manuel Medina Cañas
Es
la pregunta contundente de un pueblo, sobre todo de las sufridas amas de casa,
las mismas que se sienten mortificadas, ante tantos desatinos que actualmente
se vienen cometiendo en esta localidad, sin que hasta la fecha se tomen las
medidas necesarias para contrarrestar
de una vez por todas esta criticable situación.
Claro,
que cuando no existen disposiciones terminantes sobre el particular acaba en un
desbarajuste, con esto no se pretende decir que todos son unos incapaces, muy
por el contrario existe un personal efectivo, dueño de un carácter innato que
se hace respetar cumpliendo así con las funciones que se les encomienda; pero
existen otros que se pasan la vida de cantores y se la llevan fácil, sin
mayores comentarios vamos al grano.
Acaso
no es cierto, que actualmente la Policía Municipal no cuenta con un Manual de
Funciones o Reglamento idóneo que oriente a los efectivos en el desempeño de su
trabajo, mejor dicho que se está trabajando a la criolla.
Acaso,
no es cierto, que actualmente no llevan consigo su talonario de infracciones o
multas, para sancionar a los que no acatan las disposiciones municipales
vigentes.
Acaso
no es cierto, que actualmente no se penaliza a los vendedores ambulantes que
han copado las veredas de las principales calles de la ciudad, perjudicando de
esta manera el libre tránsito peatonal.
Acaso
no es cierto, que actualmente no hay pesquisas para verificar la calidad de la
leche fresca y si está apta para el consumo humano. A propósito sobre este
punto se interroga si todavía existe el laboratorio especial que funcionaba
para tales efectos.
Acaso
no es cierto, que actualmente no hay operativos para verificar la calidad y
peso del pan, para notar si éste ha sido elaborado con bromato de potasio,
procedimiento que está completamente prohibido.
Acaso
no es cierto, que actualmente no se controla las carnes que se expenden en las
vías públicas, para así detectar si provienen de camales clandestinos.
Acaso
no es cierto, que actualmente ingresan a los mercados y paradas, carnes de
dudosa procedencia.
Acaso
no es cierto, que actualmente no se hace operativo en chifas, restaurantes, cocinerías,
para verificar el estado de los alimentos, sobre todo si se atiende a los
usuarios con utensilios desportillados.
Acaso
no es cierto, que actualmente no se controla los comestibles perecibles, sobre
todo los productos perecibles, a fin de detectar la fecha de vencimiento.
Acaso
no es cierto, que actualmente no hay un control estricto de las balanzas de los
comerciantes; por cuanto existen denuncias de las amas de casa que están
pesando de menos en un promedio de 100 o más gramos por kilo. A propósito de
este punto, que se hicieron las balanzas de precisión y los patrones oficiales
de pesas y medidas que existían en los mercados locales.
Acaso
no es cierto, que actualmente no se visitan los establecimientos comerciales, industriales
y/o de servicios, para cerciorarse si cuentan con la respectiva autorización de
apertura y funcionamiento; y, si la tienen verificar si el giro del negocio
concuerda con o solicitado.
Acaso
no es cierto, que actualmente los vendedores ambulantes no respetan en absoluto
a los efectivos de control y vigilancia, soslayando de esta manera el principio
de autoridad.
Por
estas razones y muchas más, el pueblo se pregunta para qué sirve la Policía
Municipal, si estamos peor que antes; pero no hay que echarle toda la culpa a
este personal, por cuanto se cuenta con una oficina de Servicios Comunales, la
misma que debe elaborar un estricto plan de trabajo y solucionar de una vez por
todas estos impases.
Y,
si se llevase a efecto estas recomendaciones, entonces por medio del Canal de
Televisión Municipal, que para eso fue creado, dar a conocer a la opinión
pública que se ha tomado cartas en el asunto, para así se tenga un buen
concepto del municipio local que si se está trabajando con miras futuristas.
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