Muchas personas, quieren conocer de
cerca el origen de esta célebre frase, por cuanto en la actualidad se ha
convertido en un pegajoso modismo, tan popular por cierto que ha permitido
revalorizar el turismo en nuestra provincia, tanto en los lugares donde afloran
las costumbres ancestrales como las vistosas danzas de los afrodecendientes, la
exquisita gastronomía y la amabilidad de su gente por excelencia.
Para ello, recurriendo
a viejos archivos y sobre todo a una exhaustiva investigación literaria, se ha
llegado a establecer que la aludida expresión, nació en la ciudad de Lima,
gracias al ingenio chispeante de personas honestas y trabajadoras.
Cabe advertir, que
conociendo muy bien la idiosincrasia dela negritud, la misma que no sólo
profesa un profundo, respeto por sus semejantes, sino hasta cierto grado de
familiaridad con sus conocidos, es por eso que se puede aseverar la veracidad
de estas admirables palabras.
Recuerdo que allá por
el año 1995, cuando viajaba constantemente de Chincha a Lima y viceversa por
motivo de trabajo, escuche por primera vez esta afamada locación, por la décima
cuadra de la avenida Abancay de la capital de la republica peruana, llamando
dicho sector la cuadra de la colonia chincha-na; en vista de que en el
multicitado tramo no solamente se reunían los chinchanos para via jar o
entrevistarse con un familiar o allegado; de pasajeros, tales como la del Sr.
Valerio, el Comité de Autos N°1, el Pacifico, Florián, Roggero, el Chinchano,
Continental y otras que servían del traslado de usuarios de la capital al sur
del Perú.
En la citada Agencia
Valerio, ubicada en la mencionada vía (entre los jirones Leticia y Montevideo)
habían dos morenos quienes se desempeñaban como “jaladores” o “enganchadores”
de pasajeros, uno llamado Angel Zegarra Advincula más conocido con el apelativo
de “Pirula” y el otro un señor entra- do en edad apellidado Carpio, los mismos
que vociferaban a voz en cuello: Sale a Chincha paisano y, cuando estaban
frente a un conocido comprovinciano manifestaban abiertamente: ¡Vamo ‘Pa’ chincha
Fa-milia!.
Quizás
esta oración tan trillada por aquellos días llegó hacerse muy común y era
constantemente utilizada por los trabajadores ya mencionados. De todo esto, dio
fe el connotado literato Chinchano Aurelio Chacaliaza Avalos, cuando ejercía
por aquel entonces el cargo de administrador de la Agencia de Transporte de
Carga llamada “Flecha”, ubicada en el Jr. Leticia de la ciudad de Lima. El
mismo que conoció de cerca estas apreciaciones.
Por eso, se hace
necesario efectuar las aclaraciones pertinentes, a fin de que personas o
entidades interesadas, pretenden irrogarse la paternidad de la misma.
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