¿QUIÉNES
LES SIGUEN LA RUTA?
En estos meses aparecen una
serie de academias y programas de vacaciones útiles que suelen hacerse unas propagandas ma-yúsculas, ubicándose como los únicos capaces de
colocar a sus hijos (a) en universidades o en su defecto si son de
primaria o secundaria, superar sus dificultades y en los próximos meses
estar a la altura de los mejores,
es decir por arte de magia lo convierten en ´genios´.
Lógicamente que dentro
de las entidades que hacen este tipo de trabajo hay quienes
tienen un ganado prestigio y sus resultados las
respaldan, pero ¿la Unidad de Gestión Educativa Local, le sigue las
Rutas de Aprendizaje? a otros carcamanes,
quienes ofrecen en un período corto lograr lo que no se
consigue en las Instituciones educativas
de manera regular, que se sepa públicamente no existen Academias que hayan sido
sancionadas por no cumplir con un Programa preestablecido (si es que lo tienen)
y si ahora se habla del Fortalecimiento de la Educación es el momento que se aplique
los correctivos que el caso amerita y de esa forma sentar precedentes que se quieren
lograr objetivos claros.
Los
padres de familia deben marcar la distancia
con entidades que no reúnan los mínimos requisitos en salvaguarda de la
integridad de sus menores, ya que
existen algunas academias que tienen un espacio limitado que en caso de un
sismo los estudiantes correrían serio riesgos, y ¿ cómo lograron obtener
el permiso para funcionar? vaya
usted a saberlo.
También no deben
obviar, que lo barato siempre sale caro, toda vez, que si buscas lograr mejoras
en el rendimiento de su menor, y se encuentran con
personas inexpertas, lo confundirán y lo que logrará es que su criatura o jóvenes no quieran acercarse a
las entidades educativas, y su inversión y deseos de superación hayan sido vanos
Los problemas abarcan
varias regiones del país y Chincha y
Pisco, no escapan a estos inconvenientes que deben enmen-darse por la buena marcha de la educación. Así como merecer
una verdadera atención de nuestros gobernantes y que todo no sea literal y mañana la vida siga
igual, de seguir los pasos de sus antecesores corre-rán el riesgo de ser uno
más de los que pasaron por el podio de autoridades, lamentablemente
no dejaron huellas y nadie los recordará.
Por: J. Alberto Martínez Mendoza
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