Un duro y constante trabajo rea lizan las unidades móviles que
atienden los servicios de Baja Policía de la provincia de Chincha, unidades que
en número no son suficientes para mantener las calles, plazas y avenidas
limpias y afrontar sobre todo la negligencia o irresponsabilidad de algunos
vecinos de no cuidar una ciudad limpia.
Todos los municipios, tienen sus áreas de atención al servicio de Baja
Policía, no solo con las jefaturas o personal que tiene que ver este asunto,
sino que son supervigilados o expuestos sus planes de trabajo por los regidores
que son nombrados para cada área en la primera sesión de Concejo de cada año,
luego de auscultarse el trabajo, demanda o deficiencia de los mismos para
superar estas situaciones difíciles.
Estas áreas, en mucho de los casos, no son atendidos por los regidores,
por el desgano que se apodera de su sentir, porque algunas veces discrepan con
las acciones de los alcaldes, o propician tal vez, un camino conducente al
beneficio personal.
Hoy tratamos solamente el problema del estado en que se encuentran los
vehículo que ha ce el servicio de baja policía, otro día abordaremos sobre la
basura.
Se ha podido observar que cuando un camión recolector de basura está
malogrado, hay hasta la intención -más fácil por cierto- de contratar un
vehículo de alguna persona particular para que haga este servicio, nos parece
que con la abultada suma con que se cubre ese alquiler, alcanza hasta para
hacer una reparación de motor de un camión recolector.
Esta situación se debe tener presente en los municipios de la provincia
de Chincha.
Y en el punto esencial, los gobiernos locales deben tener una partida
especial de dinero para el mantenimiento de vehículos de Baja Policía, reparación
de motores, o simples desperfectos que
requieran de atención, pero de todas maneras debe hacerlo un mecánico especialista
que esté ajeno a la corrupción, o que inflen el gastos facturado.
En algunas oportunidades se ha visto que administraciones ediles, cuando
hay desperfectos de máquinas, para no dejar de hacer el servicio, dejan que los
vehículos vayan por las calles despidiendo nubes de monóxido de carbono –humo-
producto de haberse pegado los anillos,
defectos del carburador, o que tienen las empaquetaduras sopladas.
Este problema de maquinaria en pésimo estado, genera otro problema
sumamente necesario de atender y es que
ese humo afecta la salud de la población y en forma especial de los
trabajadores del servicio de Baja Policía quienes desprovistos de mascarillas
de seguridad van detrás del camión
recolector, recogiendo la basura de los moradores.
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