Abordar una moto taxi en estos tiempos, resultan un
tanto incómodo, dudoso y hasta cierto punto temeroso para muchos usuarios, sea
hombre o mujer, que requiere de un servicio cómodo y seguro.
Para que se cumpla nuestro deseo, nosotros muchas
veces tenemos que mirar fijamente al conductor del vehículo menor, verle la
cara para ver si se trata de una buena persona o de uno de esos que se hacen
pasar como moto taxista.
Precisamente uno de estos últimos que aparenta
trabajar en motokar, pretendió ultrajar sexualmente a una joven usuaria de estos
vehículos menores.
En su denuncia formal, la víctima, que reservamos su
nombre, declara que el pasado martes, a mediodía, tomó los servicios de uno de
esos ve-hículos, y cuando se desplazaba por la calle Andrés Rázuri en Chincha
Alta, sintió repentinamente ciertos mareos, producto de un extraño olor
expandido por el interior del asiento posterior de la mototaxi.
En prevención a que podría desmayarse, o pasarle algo
peor, la pasajera decidió, en medio de su somnolencia, arrojarse a la vía, sin
mediar la consecuencia de que el vehículo se encontraba en marcha.
Su valiente arrojo resultó, por supuesto, caro para
ella, ya que al ser conducida por su padre al Hospital San José de Chincha, el
galeno de turno de este hospital le curó las diversas heridas y contusiones
sufridas.
(L.P.M)
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