Ayer
lunes en horas de la mañana (11:10 a.m.), fueron sepultados en el cementerio general
de Chincha, los restos mortales del pequeño niño de apenas 6 años de edad, de
nombre Roberto Carlos L.C., quien el pasado domingo 16 del presente mes,
sufriera una herida perforante en la frente, a consecuencia de haberle impactado,
accidentalmente una varilla de construcción que transportaba en triciclo, un
irresponsable chatarrero que circulaba
por la altura del centro recreacional “El Paraíso”, en Grocio Prado, Chincha.
Tras
esta emergencia, galenos del hospital San José de Chincha, por su estado de gravedad,
dispusieron que el heri-do, que tenía la masa encefálica expuesta, sea
transferido al Hospital de Emergencia Pediátrica Grau de Lima, donde pese al
esfuerzo desplegado, nada pudieron hacer por salvarle la vida.
Así,
de esta manera tan penosa, se acabó la vida de una inocente criatura, por culpa
de un chatarrero que, irresponsablemente, como otros tantos, dejó estacionado
su carga en plena vía asfáltica.
Las
autoridades correspondientes, en este caso la policía, deben aplicar mano dura
a esos malos conductores que tienen la costumbre de transportar varillas
salientes de su vehículo.
Hay
normas establecidas las que se deben aplicar con rigor.
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