Con
gran suerte, la mayoría de nosotros lograremos llegar a viejos. Vocablo
correcto. Algunos envejecen antes -a los 50 ó 60- mientras que otros llegan a
los 90-100, sin ser viejos. La actitud que se asume frente al aumento de la
edad, así como la salud, juegan un papel importantísimo en cuanto a cómo cada
quien se ve así mismo y como se siente y también como percibe a los demás.
Más arrugas, pérdida de peso en algunos y peso
que se hace casi imposible perder en otros. De una o de otra, a todos nos duele
algo, las reacciones se tornan más lentas y por pruden- cia, precaución o lo
que querramos llamar, nos volvemos más lentos ¿cautos? en todo.
De
vez en cuando -por pensar en tantas cosas a la vez- se nos olvida donde dejamos
las llaves o nos preguntamos "¿qué vinimos a hacer aquí?". Perdemos
la estamina propia de nuestros años mozos.
Llegar
a viejo, tener más años, pertenecer a la "edad de oro" o a la
"tercera edad" no significa, bajo ningún punto de vista, tener
problemas con la memoria. Sólo porque de vez en cuando no recordamos un nombre,
un lugar o la palabra correcta. O porque no recordamos donde estacionamos el
auto y a veces nos toma más tiempo de lo usual aprender algo nuevo, definitivamente
NO significa que se está deteriorando nuestra función mental camino hacia una
enfermedad irreversible.
Me
permito puntualizar dos aspectos fundamentales: Primero, no importa 1a edad, todos
nos olvidamos de algo o a todos se nos hace difícil recordar ciertos eventos,
ocasionalmente. Segundo, cuando ocurren ciertos cambios drásticos, como
continua confusión u otros que son evidentes y causan preocupación a terceros,
no hay que ignorarlos.
Hay
problemas que no necesariamente tienen que ver con la demencia senil y que
necesitan ser descartados o tratados.
NO
SE PREOCUPE SI...
Hace
una mala decisión de vez en cuando.
Olvidó
alguna vez hacer una "tarea" que realiza periódicamente, como pagar
una cuenta o visitar a un amigo.
No
recuerda en qué día vive pero más tarde viene a su memoria.
Algunas
veces tiene "en la punta de la lengua" alguna pa-labra y no le sale.
Pierde
objetos de vez en cuando.
PREOCUPESE
SI...
Su
juicio es pobre y tiene dificultad para tomar decisiones.
No
puede manejar el presupuesto familiar.
Pierde
la noción del tiempo: no diferencia día de noche, ni días de semana, fechas,
etc. Tiene dificultad/incapacidad para mantener una conversación.
No
es capaz de usar artículos (máquina para afeitarse), manejar artefactos
(licuadora, tostadora, etc.) o conducir un vehículo (bicicleta, moto, auto,
etc) apropiadamente.
Coloca
objetos en lugares no apropiados y después no puede ubicarlos.
Conocer
todo esto no sólo es de suma importancia para quienes empiezan a identificar
sus propios síntomas sino fundamentalmente para quienes viven o tienen contacto
con la persona afectada. Es muy común escuchar frases como las siguientes:
"Sabe
lo que hace y lo hace sólo por fastidiar"
"Bien
que sabe lo que está diciendo, no le hagas caso"
"Esconde
las cosas"
"Viejo
avaro...piensa que todos le van a robar"
"Jura
que tiene dinero y que yo (específicamente) me lo agarré"
"Se
la agarró conmigo...todo es mi culpa" o lo que es peor, triste y
dolorosísimo: "Ese (a) viejo está loco"
...las
frases son muchas y muy conocidas...se repiten y se repiten...
¡
I NO CAIGAMOS EN ESTE JUEGO! La luz roja de alerta se ha encendido...es momento
de ir o llevar a nuestro ser querido a una Consulta Médica de inmediato. SI la
evaluación médica muestra algún tipo de demencia, hay medicamentos y acciones
que se pueden y deben tomar y realizar para detener o disminuir el avance de la
enfermedad.
Recordemos
dos cosas: El AMOR es una de las más grandes y mejores medicinas que podemos
dar a quienes padecen de Demencia Senil.
La
FE y la CONFIANZA en DIOS son la fuerza necesaria para asumir la actitud
correcta frente a la Demencia Senil y sus manifestaciones e incidencias.
CPC
Farida Estela Tolmos
Regal
de Green
Lic.
Enfermería-lntérpretd
Médico
Internacional
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