Para la población en
general existe en Chincha un desorden en diversos aspectos, siendo uno de ellos
el problema del tránsito vehicular, lo que demuestra la falta de autoridad en una
provincia tan importante y la que está a dos horas de la capital de la
república.
El laberinto vehicular
se agudiza en Chincha Alta, porque hay malos conductores de ve-hículos que desatienden
las reglas de transito aprovechándose de la falta de autoridad que impera en esta
provincia y del dicho de que “Chincha es tierra de nadie”.
Si usted camina por las
calles o dialoga con la gente del pueblo, podrá recoger las versiones que a
todas las autoridades “las echan en un solo saco” y las señalan como incapaces
y aprovechadoras”, es decir tienen mal concepto de ellas.
Tocamos hoy el punto de
los desobedientes choferes que se estacionan donde se les da la gana, lo hacen
casi a la esquina de las calles como en la primera y segunda cuadra de la calle
Lima, donde se tiene muchas veces a policías que vigilan que no hayan asaltos y
robos.
Los filos de las veredas están pintadas de
color amarillo, que anuncian “el no estacionarse”; pero algunos conductores de vehículos
se estacionan en ambos lados de las calles, lo que no solo contribuye al desorden,
sino que desacatan las normas de tránsito y provocan accidentes vehicular.
Otro de los casos que se
observan es el mal proceder de algunos taxistas o conductores de vehículos de
líneas que hacen servicios a distintas zonas o distritos, que para dejar pasajeros
solo se sobre paran en las esquinas, entorpeciendo el normal
tránsito, así como también poniendo en peligro la integridad física de los
pasajeros.
Estas situaciones pueden
resolverse pero para ellos es necesario que nuestras autoridades caminen por
las calles, especialmente en las horas puntas, para que vivan y constaten el
desorden vehicular de la provincia de Chincha.
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