A las 10 de la mañana de ayer domingo, se realizó la Misa
por la Familia en el atrio del templo Santo Domingo de Guzmán en Chincha. La
Eucaristía fue presidida por el Obispo de la Diócesis de Ica, Monseñor, Héctor
Vera Colona, concelebrada por los sacerdotes de la zona pastoral de esta provincia.
Diversos puntos tocó el Obispo de Ica, entre ellos, el
bautismo, lo que significa pertenecer a la familia, iniciando su intervención
con las experiencias del perdón como temas fundamentales que necesita mucho la
familia en el Perú y en el mundo entero y que es justamente vivir como una
familia reconciliada, siendo la temática de instrucción pastoral que está
siguiendo el Papa Francisco; es la que apunta siempre hacia la familia tratando
de mostrar una realidad bonita y simpática centrada en la virtud de la caridad,
centrada en el amor, pero en un amor que siempre se ha descrito a semejanza del amor divino y que es un amor
misericordioso.
Comentó que no se nos hace difícil a nosotros entender, que
en las relaciones familiares se suscitan incomprensiones, dificultades,
pequeñas crisis que necesitan ser reconciliadas.
Sostuvo que el concepto de la grandeza del amor de Dios que
es capaz de dar y recibir amor en el ámbito familiar, nunca lo ha abandonado la
iglesia, pues la familia es el espacio, donde aprendemos a dar y recibir amor.
Afirmó el Obispo que al matrimonio no va a buscar la
felicidad de uno, sino la felicidad de la persona amada, siendo la clave fundamental del éxito matrimonial la
alteridad, agregando que el egoísmo, el resentimiento, el rencor no puede
construir felicidad, y que tenemos que pedirle a Dios nuestro Señor que nos dé
capacidad de comprender los defectos de los demás, de saber disculpar,
refiriéndose ampliamente sobre el Perdón de Dios.
En uno de los acápites de su peroración, el Obispo sostuvo:
“Tenemos que mejorar la vida familiar tenemos que ser testimonios para los
hijos, tenemos que vivir en el amor, los hijos tienen que vivir educados en la
fe porque en la primera escuela católica de la fe, es la familia, entonces hay
que evangelizar a las familias”, acotó.
Refirió que es cierto que tenemos males en la sociedad,
pero no son mayoritarios, no; “la gran mayoría está aquí en esta plaza tratando
de tributar a Dios un homenaje dando gracias por el don bendito de la vida
familiar hablamos de esta iglesia nuestra, la iglesia católica, una verdadera familia donde todos somos fraternos
donde nos queremos, donde nos preocupamos por el hermano, don-de nos hacemos
solidarios con los demás, donde hacemos cosas maravillosas”, indicó..
Más adelante se refirió a que nosotros no podemos dejar que
un espíritu negativo se introduzca en la vida de la iglesia, sobre todo cuando se pretende en esta
sociedad nuestra, no respetar la dignidad de la familia “se va atacando
continuamente a las familias, se quieren dar lugar a situaciones que afectan a
la familia; por supuesto lo digo públicamente, con cariño con generosidad, amo profundamente a las personas
que tienen una alteración en su personalidad y que han alterado su identidad y
que siendo hombre quieren ser mujeres y que siendo mujeres quieren ser hombres,
allí hay una alteración y yo no puedo dar identidad, lo que puedo darle es
comprensión, cariño capacidad de escucha, capacidad de ayudarle a ser
diferentes pero no puedo aceptarlos institucionalmente en la sociedad porque
destruyen la vida familiar, jamás voy a llamar matrimonio a la unión de dos
mujeres jamás voy a llamar matrimonio a la unión de dos hombres, porque no hay
complementariedad porque no hay ese deseo de entrega al uno al otro, quiero
poseer al otro porque el otro tiene mis carencias y evidentemente tenemos que
hablar claro, estoy recordando una verdad de fe funda-mental y que no es lo
mismo decir igualdad de sexo que equi dad de género, no es lo mismo, el género
quiere introducir otras condiciones en el ser humano y eso no es cierto, no nos dejemos engañar,
no hay equidad de género; hay la grandeza de espíritu de saber que Dios ha
querido la diferenciación sexual pensando en cada uno de nosotros, somos hombre
y mujer, porque hay necesidad de nuevos seres humanos porque la generación
humana necesita de esta distinción y no lo va cambiar la ciencia, no la va
cambiar la tecnología; la va destruir, la va hacer aberrante pero no va
proteger la dignidad familiar y no es que la iglesia se oponga al avance
científico sino que la iglesia defiende la vida, defiende a la familia defiende
la dignidad de cada uno de ustedes porque esto es lo fundamental y lo que
tenemos que hacer recordar, no digamos cosas tontas, se lo digo a nivel público
gracias a Dios en el Perú, si nos ponemos fuertes, eso no va suceder, pero hay
que ponernos fuertes”, afirmó.
Dijo también que en esta Plaza de Armas, había luego un
momento de reflexión por la Paz y que se
estaba pidiendo la Paz en Siria que es un llamamiento general que ha hecho al
mundo entero el Papa Francisco y que nos unimos a este llamado de todo corazón, a este llamamiento por la
Paz.
Al concluir agradeció al Coro del distrito de El Carmen, a
los Acólitos, a Raff que ha hecho de monitor y a los medios de Comunicación,
por su participación y apoyo en esta Misa de la familia.
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