A
casi 6 años del colapso total de la morgue de Chincha, ocasionado por el
terremoto de 2007, desde hoy lunes, por fin, esta provincia cuenta ya con un
moderno establecimiento para la práctica de la necropsia.
Esta
dependencia es de ley y de tanta necesidad para la población, porque allí se
harán los exámenes llamados necropsia, para cualquier persona que por designio
de la vida, sufra muerte súbita como un accidente de tránsito, infarto, u otros
condicionantes registrados en esta zona.
De
esta manera se ha hecho realidad a la firma del convenio suscrito entre el
Ministerio Público, la Unidad Ejecutora 401 del Hospital San José y el Centro
de Salud (CLAS) del distrito de Alto
Larán.
A la ceremonia de bendición e inauguración de
los ambientes de la citada morgue de Chincha -que cuenta con una sala de necropsia,
almacén y área de oficina- asistieron la Dra. Rocío Quispe Farfán, médico
legista de Chincha, la Dra. Gilda Solari Bonifacio, directora de la Unidad de
Salud 401, el señor Luis Huayta Guillén, director de la oficina de
administración del Hospital San José, Srta. Nancy Saravia Poi-cón, jefe de
logística de este Hospital, y la Lic. Rosa Tasayco Villa, gerente del Clas de Alto
Larán.
También
concurrieron, el Dr. Víctor Andrés Valencia Medina, médico legista de Ica, el
Dr. Jesús Gallegos Ormeño, jefe de medicina legal de esa cálida ciudad iqueña,
la Srta. Luz Córdova Pecho, de la gerencia Sub Regional Chincha, entre otras
personas del cercado de esta provincia.
Los
ambientes y equipos fueron bendecidos por el Padre Cristian Martínez, párroco
del distrito de Alto Larán y participaron como padrinos de esta ceremonia, la
Dra. Gilda Solari (quien cortó la tradicional cinta) y el Dr. Víctor A.
Valencia Medina, que rompió el champán.
En
su intervención, el párroco Cristian manifestó que dentro del trabajo encomendado
debe primar la cordialidad, el don fraterno y sobre todo la calidad profesional
porque un cuerpo (cadáver) no es cualquier cosa. Para ello -enfatizó- existe un
parámetro que la justicia prescribe, hay que trabajar por el bien común,
precisó.
La
singular ceremonia concluyó con un brindis de honor.
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