viernes, 18 de enero de 2013

Brutal golpiza propina cónyuge a su pareja en Grocio Prado: Chincha



La persona de Máximo Pachas Castilla (57), fue denunciado ante la policía de Grocio Prado, por su cónyuge Dora Matilde Vargas Aguilar (55), por los continuos maltratos físicos y psicológicos que recibía.
Este nuevo hecho de todos los días registrado a nivel nacional, sucedió a las 11 de la noche del martes último. Según denuncia, Máximo Pachas, en estado de embriaguez, pretendió abusar sexualmente de su pareja Dora Matilde, con quien, desde hace 7 años, están separados.
Este caso que en reiteradas oportunidades se ha presentado, aconteció en el interior de su domicilio, ubicado en barrio Los Amigos, pasaje Torres s/n, jurisdicción de Grocio Prado.
La víctima, en su denuncia formal, refiere que su cónyuge quiso esa noche tomarla se-xualmente, contra su voluntad, pero ello al negarse a ese pro-pósito, su esposo le emprendió a golpes de puños y puntapiés hasta dejarla casi inconsciente en el piso de su vivienda.
Al grito de dolor y pedido de auxilio, su hijo Rodolfo Juan Pachas Vargas (34), acudió de inmediato a su lado, y tras reanimarla y calmarla, la condujo al local policial de su distrito, que despacha el capitán PNP Luis Adrianzén Chumacero, donde presentó la denuncia.
Allí, los suboficiales Juan Basurto Sánchez y Pedro Carbajal, quienes atendieron en su manifestación a la pobre víctima, comprobaron, muy sorprendidos, la tremenda agresión física y psicológica que había recibido la denunciante.
Ante esta grave denuncia que saltaba a la vista, los custodios procedieron en el acto a ubicar y aprehender al consorte abusador, el mismo que fue encontrado en su domicilio, y conducido luego a la dependencia policial, donde permaneció en la sala de meditación (calabozo).
Para ayer a las 4 de la tarde, -aseguró un miembro policial- estaba programada la audiencia pública sobre este caso en el Juzgado de Pueblo Nuevo.
En este lugar, el magistrado evaluaría si amerita el internamiento del acusado en un centro penitenciario.
Trascendió que el maltrato físico, psicológico y sexual ya está configurado, los mismos que en reiteradas ocasiones se ha repetido, pero que la agraviada nunca denunció por temor a ser amenazada y agredida como tantas otras veces lo hizo su pareja.
Aunque hasta ayer, el médico legista, no se había pronunciado respecto a la gravedad de la golpiza, porque para ello la víctima tiene que pasarse una placa radiológica, se puede presumir sin embargo que ella presenta una delicada fractura en el tabique nasal, indicó su hijo Juan Pachas Vargas. 

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