No sé en
qué instante empecé a observar aquella hermosa energía inconfundible que jamás
pude lograr retener en el mundo interno de mi espectriz, pero este fue un
momento de bellísima y sublime emoción, en el que me encontré frente a este
fulgor enceguecedor, divina e intensa luz que fui poco a poco apreciando y
todavía algo deslumbrado por aquel angelical entorno, donde resaltaba un verdor
indistinto y un amalgama especial que pareció creado sólo para extasiar mi
estadía en tan Incomparable jardín inmenso, el que a la vez me envolvía en una
tranquilidad, paz y armonía infinita; y al sentir que no se trataba de una
gratísima ensoñación, allí recién comprendí que me encontraba en el edén, a
donde nunca esperé llegar tan pronto, a este lugar donde la máxima brillantez
de la Sabiduría iluminó desde siempre toda mi espiritual existencia y supe
entenderlo en un fugaz instante y con una gratitud i explicable, mirando al
infinito en estrellado cielo, solo atiné a murmurar:
¡ Gracias Señor, alabado seas!.
Por: Pedro Moisés Díaz Flores.
Sábado 18 de Enero del 2025.
CHINCHA
--- ICA ---
PERÚ
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