Por: Victor Campos Ñique
Roger Paredes Flores (Chiclayo,
1972) es un docente de Literatura, o como hoy se conoce como el curso de Comunicación,
que de forma silenciosa ha venido forjando su obra literaria de muy buena calidad,
por cierto.
A Roger Paredes lo conozco hace muchos años y en ocasiones nos cruzábamos
para el saludo porque él vivía casi al lado de la casa de mi madrina por
partida triple (bautizo, comunión y confirmación), la reconocida maestra Berta
Vargas Orellana, madre del ex Ministro del Interior, el chinchano César
Gentille Vargas. Yo solía visitar, junto a mi mamá Blanca Ñique, a mi madrina y
era ahí donde coincidíamos. Me honra su amistad.
Después de leer sus tres libros: “La Corporación”, “El perdonador y otros
relatos” y “El único detective en la ciudad” debo confesar que Roger Paredes
Flores es un escritor talentoso, uno de los mejores y que Chincha tiene el
privilegio de tenerlo entre sus ciudadanos. Todos sus libros han sido publicados
por Horfandìa Ediciones.
“La corporación” es una excelente novela que denota las mejores
estrategias narrativas del autor y que nos revela a un escritor tremendamente
diestro en su oficio, además de de-cantar una trama sumamente subyugante.
En “El perdonador y otros relatos” se trata de un puñado de relatos que
como bien nos dice el autor en la presentación: “será sin duda el reflejo de
esa ancestral pugna entre la realidad y la imaginación, entre los hechos cotidianos
y el papel que la fantasía puede cumplir en ellos”.
De este libro, personalmente, me gustaron mucho los siguientes relatos,
aunque todo el corpus es muy bueno y recomendable: “El perdonador”, “La otra
dimensión” y “La llave”. Este último relato en mención nos habla brevemente
algo de la historia familiar.
Leí, de principio a fin, con entusiasmo y hasta con fruición el libro “El
único detective en la ciudad” y no puedo más que declarar mi admiración por la
talentosa pluma de Roger Paredes Flores. En este libro el autor confirma su
maestría en el manejo del hilo narrativo y de la construcción de la formidable
trama.
La parte inicial de la novela a uno lo atrapa para luego llevarlo a una
historia que contiene intriga, misterio. Lucidez, entre otros elementos que
configuran una obra de este interesante género.
La novela, por las descripciones muy bien escritas, se ambientaría en la
urbe de Chincha Alta, aunque la portada de la obra lo delata de forma
explícita, toda vez que se muestra parte de la plaza de armas y las
infaltables palmeras.
El final o desenlace nunca me lo esperé, el giro que Paredes Flores le da
a la novela es quizá el momento que más asombro me produjo. Fino trabajo literario
el que ha realizado nuestro estimado amigo, Roger Paredes Flores.
Sé que el autor no para de escribir y ya tiene otros escritos que
esperamos sean pronto publicados para el deleite y goce de sus lectores. Los
colegios de Chincha debieran incluirlo en su Plan Lector y de esta forma los
estudiantes tendrían la posibilidad de conocer a un autor con particular
talento y un poco más de la literatura chinchana.
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