Por: Víctor Campos Ñique
El poeta, escritor, filósofo,
docente y editor Rubén Quiroz Ávila, presidente de la Sociedad Peruana de
Filosofía, ha publicado el libro “Papá, no quiero dormir” (Dendro ediciones,
2025) y cuyos dibujos tanto de la portada como de interiores pertenecen a su
hija Luna Quiroz.
Hay que señalar que Luna Quiroz, a su corta edad, ya había publicado el
libro “La semilla que no quería ser plantada” (ABC for kids), que es una
hermosa historia: se trata de una semilla que salta de maceta en maceta porque
no quería ser plantada hasta que termina en un parque, quedándose dormida
debido al cansancio. Es despertada por una niña de cabellos rojos que le
acaricia con inmenso amor y le canta con voz dulce, todo ello hace que se quede
en el lugar definitivamente.
En esta ocasión en “Papá, no quiero dormir” se establece una relación
padre-hija desde el ámbito artístico, pues él en la escritura nos va contando
los momentos posteriores a la hora tradicional de dormir y ella va delineando
imágenes que traducen de alguna manera el contenido de cada poema.
Lo original en esta publicación es, precisamente, aquella combinación, esa suerte de simbiosis, una formidable ecuación que tiene como corolario este tierno y conmovedor libro. Es curioso que aplique las palabras “corolario”, término que se emplea en Filosofía y Lógica y “ecuación”, que se da en Matemáticas.
El poema número 3 empieza con una pregunta: “Has hecho la tarea de matemáticas? …” y más adelante hay otro verso que dice “aunque es más preocupante eso de restar y dividir”. Líneas más abajo del mismo poema se versa “¡Basta de restar!, ¡Basta de dividir!”. Estos versos pueden tener una doble lectura porque no sólo es la queja contra las matemáticas. Incluso hay giros filosóficos en algunos versos.
Aunque el libro es muy breve, pero es tremendamente potente por la
esencia de los versos hilvanados como una conversación entre ambos.
El título del poemario sirve de pretexto al autor para ir construyendo
todo un mundo literario donde la complicidad y el insomnio cobran protagonismo,
además de revelarnos los gustos cotidianos y pareceres de ambos.
Este libro ha sido escrito con y desde el corazón cuyas neuronas se han
movilizado para expresar el amor filial, el amor de un padre a su hija y ella lo
hace de forma gráfica, demostrando su arte acorde a su edad.
¡Qué feliz libro de celebración de amor filial!
0 comentarios:
Publicar un comentario