Como va cambiando la convivencia en
nuestra familia, después de haber pasado por la experiencia anómala de la
pandemia COVID-19, los hogares han asumido cambios de acuerdo a la coyuntura y
uno de ellos es: la comunicación, es
cierto que hemos pasado a utilizar en muchos casos, de manera obligatoria las
herramientas tecnológicas (computadora, celular, internet...); desde el más
niño hasta el más adulto, ya sea para sus clases, trabajos, juegos y redes
sociales. Situación que no fue fácil, porque muchos adultos no sabían cómo
manejar dichos aparatos y plataformas tecnológicas, pero como todo ser social
nos hemos adaptados.
Pero la pregunta
es ¿Cómo ha perjudicado en los hogares? Luego de pasar el periodo del
aislamiento y que todo volvió a la calma. Hay una actividad que nos hace
esclavo, y nos aleja de la comunicación directa, de padres a hijos o de hijos a
padres, y con cualquier miembro de familia (emisor y el receptor) donde estamos
lejos de expresar la afectividad, de dar un abrazo, o agradeciendo, etc.
Ahora vemos a
los hijos que cuando quieren decir o pedir algo, estando en casa cerca a papá y
a mamá, lo piden por el celular; si están viendo el televisor en familia el
hijo y hasta los mismos padres están con el celular en mano, sin poder
interactuar en familia aprovechando el momento, cuando están compartiendo, el
desayuno, almuerzo o cena, lo primero que está en la mesa es “el celular”,
hasta el más pequeño porta uno.
Si retrocedemos
al tiempo, recordamos que cuando nos reuníamos en familia, se podía tener una
comunicación directa de padres a hijos o con los integrantes de la familia y
los hijos podían intervenir y conversar sobre sus experiencias y situación que
les pasaba, era emocionante cuando llegaba el fin de semana para poder salir a
divertirse compartir momentos agradables, donde se tenía la posibilidad de
mostrarse afectivamente y expresar sus sentimientos.
Pero la verdad
es que en la familia aprendemos a relacionarnos con nuestro entorno, es el
origen de nuestra forma de comunicarnos y socializarnos con nuestra comunidad.
La comunicación
familiar es indispensable ya que, es donde se inicia el desarrollo integral de
la persona, manteniendo relaciones adecuadas entre los miembros, practicando
los valores, la expresión de las emociones, la responsabilidad y la autoestima.
Es así que a través de la comunicación manifestamos nuestras ideas, emociones y
pensamientos, mediante el uso de palabras (comunicación verbal) o a través de
los gestos (comunicación kinésica); sin embargo, en ocasiones no lo
transmitimos adecuadamente, originando conflictos o malentendidos no solo con
la familia, sino también con las personas de nuestro entorno.
Necesitamos analizar nuestras acciones,
cambiar de actitud, y este cambio inicia en el hogar, con los padres, logrando
establecer normas para que la convivencia sea armónica, practicando una
comunicación asertiva de comprensión y respeto mutuo en la familia, actuando
con el ejemplo. Dejando el uso excesivo de algunos objetos que nos llevan a
descuidar la unión familiar y esto tiene que ir acompañado con la escucha
activamente, con todos los sentidos, permitiendo que los demás se sientan
cómodos al transmitir sus ideas y emociones. Empecemos ahora es tiempo de
cambio, porque la familia es la base fundamental de la sociedad, para que sean
ciudadanos con una actitud correcta, líderes que busquen el desarrollo de su
vida familiar, profesional y de su país.
Doc: CARMEN
LUISA SAMÁN REYES
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