miércoles, 1 de marzo de 2023

LA FALTA DE COMUNICACIÓN FAMILIAR

 


          Como va cambiando la convivencia en nuestra familia, después de haber pasado por la experiencia anómala de la pandemia COVID-19, los hogares han asumido cambios de acuerdo a la coyuntura y uno de ellos es:  la comunicación, es cierto que hemos pasado a utilizar en muchos casos, de manera obligatoria las herramientas tecnológicas (computadora, celular, internet...); desde el más niño hasta el más adulto, ya sea para sus clases, trabajos, juegos y redes sociales. Situación que no fue fácil, porque muchos adultos no sabían cómo manejar dichos aparatos y plataformas tecnológicas, pero como todo ser social nos hemos adaptados.

Pero la pregunta es ¿Cómo ha perjudicado en los hogares? Luego de pasar el periodo del aislamiento y que todo volvió a la calma. Hay una actividad que nos hace esclavo, y nos aleja de la comunicación directa, de padres a hijos o de hijos a padres, y con cualquier miembro de familia (emisor y el receptor) donde estamos lejos de expresar la afectividad, de dar un abrazo, o agradeciendo, etc.

Ahora vemos a los hijos que cuando quieren decir o pedir algo, estando en casa cerca a papá y a mamá, lo piden por el celular; si están viendo el televisor en familia el hijo y hasta los mismos padres están con el celular en mano, sin poder interactuar en familia aprovechando el momento, cuando están compartiendo, el desayuno, almuerzo o cena, lo primero que está en la mesa es “el celular”, hasta el más pequeño porta uno. 

Si retrocedemos al tiempo, recordamos que cuando nos reuníamos en familia, se podía tener una comunicación directa de padres a hijos o con los integrantes de la familia y los hijos podían intervenir y conversar sobre sus experiencias y situación que les pasaba, era emocionante cuando llegaba el fin de semana para poder salir a divertirse compartir momentos agradables, donde se tenía la posibilidad de mostrarse afectivamente y expresar sus sentimientos. 

Pero la verdad es que en la familia aprendemos a relacionarnos con nuestro entorno, es el origen de nuestra forma de comunicarnos y socializarnos con nuestra comunidad.

La comunicación familiar es indispensable ya que, es donde se inicia el desarrollo integral de la persona, manteniendo relaciones adecuadas entre los miembros, practicando los valores, la expresión de las emociones, la responsabilidad y la autoestima. Es así que a través de la comunicación manifestamos nuestras ideas, emociones y pensamientos, mediante el uso de palabras (comunicación verbal) o a través de los gestos (comunicación kinésica); sin embargo, en ocasiones no lo transmitimos adecuadamente, originando conflictos o malentendidos no solo con la familia, sino también con las personas de nuestro entorno.

 Necesitamos analizar nuestras acciones, cambiar de actitud, y este cambio inicia en el hogar, con los padres, logrando establecer normas para que la convivencia sea armónica, practicando una comunicación asertiva de comprensión y respeto mutuo en la familia, actuando con el ejemplo. Dejando el uso excesivo de algunos objetos que nos llevan a descuidar la unión familiar y esto tiene que ir acompañado con la escucha activamente, con todos los sentidos, permitiendo que los demás se sientan cómodos al transmitir sus ideas y emociones. Empecemos ahora es tiempo de cambio, porque la familia es la base fundamental de la sociedad, para que sean ciudadanos con una actitud correcta, líderes que busquen el desarrollo de su vida familiar, profesional y de su país.

                                 Doc: CARMEN LUISA SAMÁN REYES

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