La noche de ayer miércoles, al
promediar las 7 p.m. una gran cantidad de agua potable alarmó a los vecinos de
la calle 23 de mayo del distrito de Pueblo Nuevo, al discurrir de extremo a
extremo dicha arteria, alcanzado su nivel varios centímetros, al punto que se
temía que el vital líquido ingresara impetuosamente a las viviendas de los
vecinos de la zona.
A fin de evitar esta temeraria situación, los preocupados moradores
tuvieron que recurrir a lampas, picos y palas, con el propósito de que sus
casas se vean protegidas y libradas de la inundación con el consiguiente
deterioro de sus enseres.
En tanto un grupo de vecinos concurrieron a la comisaría de Chincha Alta
y presentar allí sus denuncias y formular reclamos.
Fue así en que minutos después llegaron al lugar de la salida de las
aguas un grupo de trabajadores de Semapach, quienes tras una breve observación
iniciaron la subsanación del problema surgido, debido a esto a que unas
tuberías recientemente instaladas habría colapsado por falta –según dijeron-
por un incorrecto aseguramiento y que con el aumento de la presión del agua,
una tapa puesta o mal instalada se había salido de su lugar
Moradores indicaron que en esta zona se está ejecutando u-na obra a cargo
de la empresa Consorcio San Miguel Arcangel, sin embargo la empresa Semapach,
acudió a solucionar este problema a pesar que no les correspondía.
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