Ayer 5 de julio, el alumnado en general del
país se vio precisado a rendirle un justo y merecido homenaje al maestro peruano,
porque él -a pesar de sus múltiples problemas u ocupaciones- nos ha sembrado
una luz en las tinieblas en la que nos desarrollamos.
Muchos afirman
que ser maestro es ser mártir, soldado infatigable y el que da plegarias en el
camino del saber.
Por ello a ti
maestro gracias por alimentarnos con tu saber educativo, por habernos despertado
de ese letardo adormecido, porque tus agiles mentes hacen que los pueblos más
olvidados logren con el transcurrir de los años y tus esfuerzos la superación
que tanto deseamos.
A ti maestro de
hoy de siempre nuestra eterna gratitud.
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