Nadie puede ignorar que el boulevard que
existe entre la calle Artemio Molina y Plaza de Armas, lugar muy cercano a la
Parroquia Santo Domingo de Guzmán, se ha convertido desde hace un buen tiempo
en un centro de reunión de personas de malvivir, quienes sin importarle su
propia persona y la de los demás, protagonizan muchas veces abiertos
escándalos públicos, que va contra la moral y el buen ornato de la ciudad.
Esta mala costumbre adquirida se viene
desarrollando los días sábados para domingos, fecha en que se puede observar a
personas que son adictas al licor, al consumo de drogas y hasta homosexuales,
quienes con sus malos hábitos exhiben actos por demás inmorales.
Este domingo
último muchas personas que asistieron a misa en la Parroquia Santo Domingo,
apreciaron con mucho disgusto que por ese paseo llamado boulevard, había
regado en el piso varias bombas de los postes ornamentales y otros daños que
atentan contra la seguridad integral.
A consecuencia de estos desmanes, es
necesario que las autoridades realicen mayor vigilancia por el lugar señalado
y que apliquen sobretodo la rigurosidad que indica la ley.
Recuérdese que
la drasticidad dentro del límite permitido nos hace actuar mejor. L. P. M.
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