DIA DE LA MADRE- A MI MADRE ANA MARIA.
Te fuiste de mi lado. En silencio fue tu partida,
sangrado por tan súpita despedida
Tu espíritu luchador a la vida se aferraba, a su lado
te llamaba
En Ángel te has convertido, velando por nosotros
estás.
que se cumpla la cita de reunirnos en la eternidad
Sin embargo, me parece tan lejos.» Quisiera ahora
poderte abrazar.
Tu amor incalculable, mis faltas por alto pasó,
Porque el querer de una madre, no tiene comparación.
Sé que en el cielo habitas, al lado de Dios has de estar.
Aguardaré paciente el día en que nos volvamos a
encontrar.
Entonces será para siempre, nada ni nadie nos podrá
separar.
No temeré cuando llegue mi momento, pues tu presencia
me confortará.
Me esforzaré para ganar el cielo, para no perderte
nunca más.
Mientras tanto, guía mis pasos. Ilumina mi senda.
Enséñame el camino, pues tengo mucho dolor en el
alma:
Antes tenía enemigos ahora tengo muchos más, salen de
la nada;
por envidia y egoísmo ahora lo gritan a los vientos.
Que culpa tengo de ser mejor. Que tú presencia. Madre. Me rodee siempre. Hasta
que se cumpla mi destino
Ven para acá me dijo dulcemente mi madre cierto día.
Ven y dime que causas tan extrañas te arranca esas lágrimas hijo mío, que
cuelgan de tus trémulas pestañas, como gota cuajada de roción; ¿Tú tienes una
pena y me la ocultas? Me dijo. ¿No sabes que la madre más sencilla sabe leer en
el alma de sus hijos como tú tus libros? ¿Quieres que te adivine lo que
sientes?
Me pregunto cogiéndome de los hombros. Ven para acá,
que con un par de besos disiparé las nubes que te dañan. Yo me puse a llorar, y
le dije que no tenía nada. Le dije que ignoraba las causas de mis lágrimas. Le
dije que de vez en cuando se me oprime el corazón y lloro, me lleno de angustia
de pena y dolor.
Ella inclinó la frente pensativa y enjugando sus ojos
y los míos con una punta de su blusa. Me dijo más tranquila. ¡LLAMA SIEMPRE A
TU MADRE, CUANDO SUFRAS ¡QUE VENDRÁ
MUERTA O VIVA I....Si está en el mundo vendrá a
compartir tus penas, y sino, vendrá a consolarte desde arriba.
Y así lo hago cuando algo tengo, como cuando algo
perturba mi hogar. Y no hay calma. Y; entonces siento que se me ensancha el
alma. Y continúo hacia adelante. Sé que ella sigue a mi lado, que ella también
ora por mi Madre te extraño mucho! Eras tan buena para mí... No que digo;
¡perdóname! iERES BUENA PARA MIL!
En este día tan especial, nos honramos ante la mujer
que nos trajo al mundo. Nuestra madre ha sido, es y será por siempre la mujer
con el amor más puro. Desde que estamos en su vientre iniciamos una relación de
amor con ella. Nuestro corazón y el de nuestras madres laten al mismo tiempo y
cuando por primera vez respiramos el aire del mundo, lágrimas caen de sus ojos
por la llegada de un nuevo ser que será su razón de existir.
A una madre no le importa la adversidad cuando se
trata de sacar adelante sus hijos, a una mujer no le hace falta fuerza ni
valentía cuando se trata de defender a sus hijos, ellas son capaces de todos
por verlos felices y protegidos. He visto a madres sacarse un pan de la boca
por dárselo a sus hijos y también he visto a madres apoyar a sus hijos cuando
todos les han dado la espalda.
Así son las madres, su amor no conoce de límites ni
de dificultades cuando se trata de los suyos. El mundo sigue hacia adelante,
los hijos crecen y parten de casa, pero la madre siempre los lleva en su
corazón y aun cuando una madre se va para siempre de este mundo, cuidan de
nosotros desde el cielo, observándonos con cariño y cuidándonos de todos los
peligros.
¡FELIZ DIA A TODAS LAS MADRES!
Oscar Velit Bailetti
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