Hasta el momento han transcurrido varios meses de la
enigmática muerte del padre de familia identificado como Roberto Benavides
Martínez (42), y aun las autoridades correspondientes no han logrado la
captura de las dos personas pre-suntamente, involucradas en el horrendo crimen.
Como se recuerda, este hecho sucedió en un pequeño
inmueble ubicado en el Asentamiento Humano Señor de Cachuy situado a la altura
de la 2da cuadra de la Av. José Olaya en Barrio Dos Puentes, donde fue hallado
en forma casual por una persona que observó salida de humo de la casa de su
vecino.
Ante esta sospecha de incendio, él ingresó al
interior de la vivienda y se vio delante de un cuadro aterrador, observando
allí encima de una cama a un varón que yacía incinerado y con un pedazo de tela
que le cubría el rostro.
Esta situación motivó
a que otras personas de la zona se aglomeraran delante de este hogar,
dando uno de ellos el aviso a la policía que comprobó después un posible hecho
criminal.
Extraoficialmente se conoce que los presuntos autores
de esa fatal ocurrencia serían una pareja conformada por N. B. E. (16) y su
pareja Gino Carrión Lázaro (19), de quienes hasta ahora se desconoce la ubicación, presumiéndose que sin embargo que
él, Gino Carrión se encontraría en el norte del país, su ciudad natal.
A este misterio de los no habidos, los pobladores y
familiares del fallecido claman por la captura de los dos presuntos
involucrados.
Ellos –a través de su manifestación- solicitan la
captura de la pareja, ya que para su afirmación existen, según ellos claras
evidencias de que ambos jóvenes serían (o tendrían que ver) con la muerte del
familiar.
Agregan además, que la policía ya habría concluido
con su trabajo, recurriendo a sus propias investigaciones como han sido las
cámaras de seguridad de inmuebles colindantes donde sucedieron los hechos, y
por versiones de vecinos que brindaron en su oportunidad.
Ahora lo que se espera –añadieron- es que el
representante del Ministerio Público, Dr. Wilsen Vidal Sotomayor agi-lice la
detención preliminar a través de la solicitud que haga alcanzar al Juez Penal
de la provincia. L.
P. M.
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