Por:
Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo
Todos
lo hemos sentido y los psicólogos dicen que sirve de impulso para superar
obstáculos. Usted sabe cuáles son los suyos? Se ha puesto a meditar sobre el
asunto? Lo pregunto porque dicen que para poder lidiar con ellos hay que
tenerlos bien ubicados. Saber cuáles son útiles o inútiles incluso poder
clasificarlos por tamaños o magnitudes.
Después
de identificar los miedos, se deben identificar los sueños, porque aunque no lo
crea, muchas veces andan de la mano, son pareja, solo que el miedo funciona
dentro de esta como la parte tóxica, ya sabe, esa que te dice que no sirves
para nada, que nunca lo vas a lograr, que deber permanecer muda o inmóvil y que
es mejor no intentar porque seguro fracasarás. Esa que no te da permiso de nada
y pero eso sí. Te cuida celosamente para que no te le salgas del huacal y estés
bien cerquita bajo su control. Y es aquí donde entra ese horrible concepto
contra el cual muchos tenemos que trabajar: el control.
Y es
que muchas veces los miedos nos los heredan los de arriba. Y como son fanáticos
de tenernos controlados y miedosos, pues nos bombardean desde chiquitos y nos
programan muy mal, o muy bien para su conveniencia, pero terriblemente para
nuestro crecimiento. Incluso tratan de que estos miedos sean grandotes para que
nos puedan tener dominados eternamente y si es posible nosotros sigamos
completando el círculo y heredemos lo mismo a nuestros hijos.
Yo lo
invito a hacer su propia lista (de miedos y de sueños) y luego a hacer otras
dos: de sus fortalezas y debilidades. Sí algo muy parecido a lo que hacemos en
administración, hágase su propio FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y
amenazas) y empiece a trabajar poco a poquito en todo lo que ahí detecte. Mire
dentro, que no pasa nada, solo usted se va a enterar. Olvídese de la
expectativa, sobre todo de la ajena, y a la propia, bájele tres rayitas, tómelo
con harta calma y mucho sentido del humor.
Atrévase
a sentirse cómodo con el triunfo y también con el fracaso, que a final de
cuentas no es otra cosa más que aprendizaje. La vida es el único momento que
tienes para construir tu propia historia. Y el tiempo es limitado. Utilícelo lo
mejor que pueda en ser feliz. Todos merecemos narrar la mejor de las historias
con ojitos brillantes y sonrisas de oreja a oreja. Si algunos te tachan de loco
optimista pues que mejor, malo sería que nos impusieran el mote de negativo.
Reconózcase,
atrévase y súbase al tren del cambio.
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