Tecnología desarrollada por la referida institución estudia todos los aspectos relacionados con la transmisión del virus por el aire
En el marco de la lucha contra la
pandemia, el Instituto Nacional de Salud (INS) del Ministerio de Salud (Minsa)
implementó un laboratorio con diversos equipos y metodologías de ensayo,
destinado a medir la eficiencia de las mascarillas y respiradores frente al
riesgo de aerosoles con alta probabilidad de contener al virus del SARS-COV-2,
causante de la COVID-19.
El investigador del INS, Manuel
Chávez Ruiz, indicó que este laboratorio, único en Latinoamérica, estará
enfocado en estudiar todos los aspectos relacionados a la transmisión del virus
por el aire ya que es la principal vía de contagio, recientemente aceptado por
la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Manifestó que entre los equipos
desarrollados se tiene el de medición de eficiencia de filtración de
partículas, destinado a evaluar si el respirador que usa el personal de salud
realmente retiene las partículas portadoras del virus. También se cuenta con el
equipo de medición de la respirabilidad, que comprueba si una mascarilla deja
pasar el aire, de tal manera que permita que un trabajador pueda ejercer sus
actividades sin sofocarse.
Asimismo, se encuentra el equipo de
medición de protección respiratoria, que mide el nivel de defensa de un trabajador
cuando tiene puesto el respirador o la mascarilla quirúrgica.
Evidencia encontrada
Entre los principales hallazgos se
tiene la evaluación del nivel de protección de las mascarillas quirúrgicas y
respiradores KN95, así como el mejoramiento de la protección respiratoria.
“Este informe ha servido como evidencia científica para el Decreto Supremo
sobre el uso de la doble mascarilla, medida que ha servido para reducir los
niveles de transmisión durante la segunda ola de la pandemia”, explicó el
investí-gador.
Chávez detalló que otro aporte
importante es el estudio del nivel de filtración de las telas, como materiales
empleados en mascarillas comunitarias. Esta investigación concluyó que las
telas tienen una eficiencia de filtración de entre el 20 y 50% ante aerosoles,
niveles bajos en comparación a los filtros empleados en mascarillas quirúrgicas
y respiradores.
Del mismo modo, informó que se
encontró telas como el drill con niveles de respirabilidad muy por encima de lo
recomendado, incluso materiales sintéticos que no dejan pasar el aire en
absoluto, por lo cual el investigador no recomienda emplear mascarillas con
este tipo de materiales aun cuando la usemos con una quirúrgica debajo.
En cuanto a las mascarillas de tela
elaboradas con particulas o hilos de cobre presentan similares niveles de
filtración que otras mascarillas de telas comunes, pues si bien el cobre es un
elemento que inactiva al virus, este no puede actuar si las partículas no son
retenidas en el filtro por lo que recomendó no confiarse en este tipo de
cubrebocas a pesar que su costo sea mayor.
Uso correcto de la doble mascarilla
Si bien se recomienda el uso de una doble mascarilla como una medida para minimizar el riesgo de contraer la enfermedad, el investigador precisó que la de abajo debe ser una quirúrgica y la de encima de tela, esta última debe tener un buen nivel de respirabilidad, es decir, dejar pasar el aire con facilidad.
Agregó que otra recomendación importante es que la mascarilla de tela debe tener ajuste contra la cabeza y de preferencia un clip nasal con estos accesorios se maximiza el nivel de protección. “Si usamos los respiradores KN95 no sería necesario el uso de una segunda mascarilla siempre y cuando aseguremos la máxima sujeción y hermeticidad contra nuestro rostro, lo cual se puede lograr adicionando un sujetador o cualquier forma de sujeción hacia la cabeza”, concluyó.
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