Por: Alfredo Pachas.
Como todos los sabios tenía el nombre de un patriarca.
Hace dos días partió a la gloria uno de los periodistas más respetados de la
Provincia. Se podría decir el más honesto. Toda una vida dedicada al
periodismo, informando con objetividad y contando la verdad al pueblo. - de
allí el nombre del diario decano de la localidad. - porque - decía. - a veces más importante que la objetividad era
el respeto a la verdad. Cuando en febrero de 1962, el joven periodista
emprendía. - con sus hermanos Juan y Pablo (+). -un proyecto periodístico jamás
imaginó que casi 6 décadas después el diario seguiría vigente y continuará. -
porque la vida tiene que seguir. - gracias al empuje de sus hijos, informando
con veracidad a sus lectores. En estas horas difíciles para su familia solo
quiero destacar la modestia del tío más querido, todo un caballero, admirable,
deferente, siempre aconsejando, enseñando y dueño de un cacumen extraordinario.
No pocas veces me dio la oportunidad de escribir algunos artículos en su
periódico. Grande tío, siempre acrisolado, nunca su prestigio se vio maculado,
jamás utilizó dicterios en sus comentarios, marcó una línea periodística
aséptica, carecía de esa moralina de algunos malos periodistas; por el
contrario, siempre estuvo acorazado frente a los intereses de las autoridades
de turno, jamás fue un corifeo al poder político. Poseedor de una sencillez y
humildad enorme al tanto que rehuía de los aplausos y. - estoy seguro. - hasta
le incomodaban los lis y, a pesar que su profesión y los diversos cargos que
ejerció le exigían eventos sociales hacía grandes esfuerzos para evitar las
copichuelas. Grande tío Abraham, estoy seguro que seguirás escribiendo desde el
empíreo.
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