Por: Víctor Manuel Campos Ñique
Hoy lunes 8 de marzo se celebra el Día Internacional de
la Mujer y es oportuno recordar a quien se le considera la primera feminista
peruana, María Jesús Alvarado Rivera, nacida en la provincia de Chincha, en el
distrito de Chincha Baja, distrito cuna de figuras como Ana Cecilia Magallanes
Cortez, quien fue calificada como la primera fiscal anticorrupción del Perú. Y
también lo fue del gran filósofo Víctor Li Carrillo Chía.
María Jesús Alvarado Rivera nació el 27 de mayo de 1878 y
dos factores hacen que la familia emigré a la ciudad de Lima: el levantamiento
de esclavos y trabajadores de las haciendas y la Guerra del Pacífico. Sus
padres fueron, don Cayetano Alvarado Arciniega y Jesús Rivera Martínez, quienes
se separan y es la madre quien queda a cargo de nuestra protagonista. Jesús
Rivera Martínez sería fundamental para su formación y formulación de su
planteamiento feminista.
Alvarado
Rivera sólo siguió estudios hasta tercer grado de primaria, siendo su educación
principalmente autodidacta, aunque se llegó a inscribir en 1911 en dos cursos
de Pedagogía de la Facultad de Letras en la Universidad de San Marcos.
En 1910 envía una ponencia al Congreso Feminista
Internacional, realizándose en Argentina, causando grata impresión y en donde
ya se percibía los primeros fundamentos de su pensamiento feminista, pero fue
su célebre discurso en la Sociedad Geográfica de Lima, pronunciado el 28 de
octubre de 1911 donde definitivamente sentó las bases de lo que sería en
adelante su activismo educativo, social y político de su corriente por el
feminismo.
En 1913 integró la Asociación Pro Indígena, alternando con
Pedro Zulen, Dora Mayer y otros intelectuales y al año siguiente, en 1914,
funda su institución “Evolución Femenina” y más adelante implementa su Escuela Taller
“Moral y Trabajo”, en donde pone en práctica toda la metodología e ideología
que ya venía manifestando en conferencias, artículos y círculos académicos,
sociales y culturales.
Impulsó la iniciativa para que en las Sociedades de
Beneficencias Públicas ingresen a laborar mujeres y así se forjen un futuro,
logrando que se apruebe en la Cámara de Diputados en 1915 y en la de Senadores
en 1922. Y, desde luego, promovió el derecho al sufragio de la mujer,
presentando su propuesta en 1945 para recién ser aceptada en 1955, en el
gobierno de Odría.
Escribió algunos libros, pero el más importante fue
“Nuevas Cumbres”, novela de corte autobiográfico. La historiadora Margarita
Zegarra Flórez tiene un trabajo de investigación muy interesante titulada “María
Jesús Alvarado. La construcción de una intelectual feminista en Lima
(1878-1915)”, editado por el Fondo Editorial del Congreso de la República.
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